Periodista: Cuando festejes tu cumpleaños, ¿qué vas a desear?
La travesía de ensueños de Luciano Darderi: campeón en Córdoba, el debut en el Argentina Open y el ansiado asado de festejo
El argentino nacionalizado italiano busca escaparle a la polémica por su naturalización. Además, durante su cumpleaños, habló con Ámbito por sus días de ensueños: "Todo esto me pone muy feliz".
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Luciano Darderi, campeón en Córdoba y un cumpleaños muy especial.
Luciano Darderi: Yo creo que en el tenis los deseos uno se los crea, los hace el día a día.
Así de lacónico, serio, responde Luciano Darderi. Es que este miércoles fue su cumpleaños número 22 y llega en un momento muy especial: la semana pasada logró su primer título ATP en el Córdoba Open, y el martes consiguió un inédito triunfo en el Argentina Open. Diez días de ensueño para aplacar algunas reacciones poco felices de afuera de las canchas.
“Luli”, hijo del mar que nació en Villa Gesell el día de los enamorados de 2002, levantó el trofeo en “La Docta” luego de sortear la qualy y perder sólo dos sets en sus siete partidos. El duelo ante Sebastián Báez, en las semis, tuvo un clima picante, en parte, por una particularidad: su naturalización italiana.
Hay que hacer un flashback en la vida de Darderi. Papá Gino era un incipiente jugador de tenis que, dicen quienes los que lo vieron, destacaba por su calidad, pero no llegó a competir profesionalmente. De orígenes italianos, disputó interclubes en aquel país y luego se dedicó a preparar a otros atletas.
Más acá en el tiempo, su hijo Luciano comenzó a jugar al tenis, pero las oportunidades y apoyos escaseaban, por lo que a los 14 años, tras estudiar el caso, decidió representar al país de sus ancestros, algo muy común en el deporte. “Soy un argentino que juega para Italia, no veo el problema”, le dice el flamante campeón de Córdoba a Ámbito en un impasse en el BALTC. Reboza de alegría, pero el tema todavía sobrevuela a su alrededor.
El hoy 76 del mundo (subió 60 casilleros a raíz de su estreno como campeón) fue víctima de insultos e increpadas por parte de varios hinchas que fueron al Mario Kempes más para atacarlo que para disfrutar el tenis. “Argentano”, una de las palabras elegidas para descalificarlo. “Yo creo que es la carrera de cada uno y cada uno se enfoca en lo suyo, después si a uno le gusta o no le gusta, eso no es problema”, aduce con suma tranquilidad.
Las redes sociales fueron un punto de reunión virtual para muchos valientes de monitor. No obstante, el mayor de los Darderi (su hermano Vito, de 16 años, también es un joven prometedor) trata de hacer oídos sordos y seguir adelante con su carrera porque “hay que salir de ese ambiente que es un poco complicado, la gente a veces no entiende por qué uno juega para allá, por qué uno no, y son cosas muy delicadas”.
De nuevo en el tren de la felicidad, la vida de “Luli” cambió radicalmente. De la alegría por pasar la qualy a levantar la copa y a reprogramar toda su carrera. Hasta hace unos días, su plan era jugar Challengers en la región. “Ahora voy a ver si juego uno en Santiago y de ahí ya me preparo para Miami, Montecarlo, Marrakech y algún otro ATP”, planifica.
El club L’Equipe, situado en el Paseo 100, entre las avenidas Buenos Aires y Circunvalación, en la entrada de Villa Gesell, fue la “casa de estudios” del pequeño Darderi. “Aprendí a jugar al tenis en medio del bosque, de la arena, de médanos, y la verdad que nunca hubo un jugador a parte de mi papá y mi hermanito”, cuenta orgulloso. Todavía no volvió a sus pagos, aunque imagina que la recepción será a lo grande: “Conozco a mucha gente allá”.
La vida deportiva y personal de Darderi transcurre entre el balneario bonaerense, Florencia y las eternas giras de torneos. “Durante todo el verano estoy en Europa, como la mayoría de los jugadores. El tenista en sí no tiene un lugar en donde vive. Porque está todas las semanas en un lugar diferente, salvo cuando se hace una pretemporada, que la hago en Argentina, porque es verano y me gusta estar un poco en Gesell entrenando”, desglosa. Su padre Gino es su coach, y en los pasillos del eterno club de Palermo muestra su alegría y entusiasmo.
Darderi hijo tuvo una prolífica carrera como junior y a los 16 años jugó la final de la Copa Davis para menores junto a varios de los tenistas italianos que hoy comparten el circuito con él. Incluso, fue rival de Carlos Alcaraz, máxima atracción del Argentina Open 2024 y campeón de la edición anterior. El bonaerense asegura que con el reciente título en el país, “aparecerán oportunidades, sin dudas, pero todavía no hablé con ninguna de las dos federaciones”.
“Vamos a ver cómo planteamos todo de acá en más”, elucubra, aunque afirma que la primera sensación que le queda tras su victoria bautismal es “de confianza”. “Me da seguridad en mí mismo, que puedo, también apertura de puertas a muchas oportunidades como el dinero para una carrera mejor, que estando detrás del 100 no es lo mismo que estar dentro del cien, como poder viajar mejor, con el entrenador, el fisio y todo lo que uno necesita para hacer la carrera mejor”, analiza el nuevo integrante del Top 100 mundial.
Entre la clasificación y el cuadro principal de Córdoba, más el soberbio y potente triunfo 6-2 y 6-1 sobre Mariano Navone en el certamen porteño, Darderi acumula ocho triunfos, un agregado más a su momento de felicidad. “El título, festejar mi cumpleaños con mi gente, este ATP, la verdad que me pone muy feliz. Son los frutos de lo trabajo hace año”, lanza con el pecho inflado.
P.: ¿Pudiste celebrar el campeonato?
L.D.: Hubo festejo después del torneo esa misma noche después de la final, nos dormimos tarde. Acá vamos a festejar con toda mi familia. Estoy contento de festejar mi cumpleaños en Argentina, con mi gente. Entre el torneo de Córdoba y el ATP de acá, viniendo con ocho victorias seguidas, estoy muy contento
P: Cuando festejes tu cumpleaños, ¿qué vas a desear?
L.D.: Yo creo que en el tenis los deseos uno se los crea, los hace el día a día. Todo esto lo vengo construyendo hace años. No es que yo me levanté un día y pum, empecé a jugar bien en Córdoba. Vengo jugando bien hace mucho. El tenis es importante, pero el deseo es tener salud, que mi familia esté bien, como una persona normal.
Por estas horas, Luciano Darderi y sus allegados más íntimos ya habrán festejado el cumpleaños de “Luli”. Asado, achuras en especial, era el deseo post Córdoba Open. Seguramente su anhelo ya fue cumplido. Lo tiene merecido.
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