Las Leonas perdieron ante Holanda la final del Champions Trophy
-
El sueño sigue intacto: qué necesita Boca para clasificarse a la Copa Libertadores 2025
-
Entre rumores y fechas límites, estas son las alternativas que tiene Franco Colapinto para 2025
No obstante, Las Leonas tuvieron un descuido defensivo en el arranque y las campeonas del mundo dispusieron de dos córners cortos.
En el segundo intento, Paumen recibió libre de Van As y concretó la apertura del marcador cuando el partido no había llegado a armarse.
El prematuro gol permitió que las holandesas manejaran el juego con aplomo y lucidez para elegir los caminos correctos hacia el arco rival y, al mismo tiempo, provocó que Argentina ingresara en un vértigo contraproducente para penetrar el vallado naranja.
Esa incidencia del partido puso en relieve la jerarquía del conjunto de Marc Lammers, que se mostraba sólido para contener los intentos ofensivos de Argentina e inteligente para progresar con pases largos o jugadas asociadas, especialmente, por el sector derecho.
Excepto en los últimos cinco minutos, el primer tiempo transcurrió en campo argentino y Las Leonas, debilitadas por la buena marcación sobre Luciana Aymar, tuvieron muchas dificultades para visitar el área de Holanda.
Lo mismo sucedió en el arranque del complemento, aunque con la diferencia que Las Leonas lograron plantear el partido unos metros más adelante, lo que generó que el rival esperara con cuatro marcadores en el fondo.
Empujadas por las cinco mil personas presentes en Quilmes, las chicas de Minadeo buscaron la igualdad con guapeza y el partido se tornó áspero por la rigidez del esquema defensivo adversario.
Las campeonas mundiales apostaron al contraataque para lograr el segundo tanto y a los 7m. estuvieron cerca de conseguirlo con un disparo desviado de Kim Lammers, tras el tercer córner corto del partido.
A medida que se acercaba el final, los intentos argentinos tuvieron mayor desesperación y menor claridad.
En acción desprolija, Argentina consiguió su primer córner corto pero Noel Barrionuevo no tuvo la eficacia de otros partidos para su ejecución.
La ansiedad de la gente y las chicas por el empate llenó de reclamos a los árbitros.
Holanda, mientras tanto, continuaba con su negocio sin inmutarse.
La madurez del equipo naranja para controlar el juego en los minutos finales impidió cualquier ilusión de empatar.
La imagen de Las Leonas se repartió entre el llanto y la desazón, aunque el consuelo llegó cuando el público les regaló una estruendosa ovación.
Dejá tu comentario