Los Pumas supieron reaccionar y superaron con amplitud a Georgia

Federico Aramburu marca el cuarto try, con el cual Los Pumas derrotaron a Georgia logrando el punto de bonus tan ansiado.

Los Pumas derrotaron a Georgia por 33 a 3 en un partido muy luchado, en el cual se consiguió el ansiado cuarto try que otorga un punto extra recién en el último minuto, pero a lo largo del juego se sintió en demasía la ausencia del capitán y estratega, Agustín Pichot.

El partido, por la segunda fecha del grupo D de la VI Copa del Mundo, se jugó en el Stade Gerland, de Lyon, y al término de la primera etapa el equipo argentino se imponía por 6 a 3.

El entrenador Marcelo Loffreda encaró este partido reservando a varios titulares, golpeados tras la batalla del viernes ante Francia, que terminó con resonante victoria argentina, y esto se notó en la organización del equipo, que fue de menor a mayor.

Las bajas de Martín Scelzo, Rodrigo Roncero, Ignacio Fernández Lobbe, Horacio Agulla, Manuel Contepomi, Lucas Ostiglia y, en especial, de Agustín Pichot resintieron la estructura, al punto que recién en la segunda mitad de la etapa final los argentinos establecieron la real diferencia que existe entre ambos seleccionados.

Además, Georgia opuso una tenaz defensa y fue un duro rival hasta que sintió el desgaste de la lucha de forwards y terminó cediendo a los ataques argentinos.

Georgia, con 29 de los 30 jugadores del plantel que militan en las diferentes ligas francesas, fue un equipo muy disciplinado al momento de defender, pero nada creativo a la hora de atacar.

Además, su rugby es casi desconocido -antes del Mundial jugaron apenas tres amistosos con equipos de segunda de Francia, todos perdidos-, y a Los Pumas les llevó un tiempo descubrir sus puntos fuertes y débiles.

El único contacto de los argentinos con los georgianos fue un video de cuatro horas que vieron el domingo, analizado por el inglés Lee Cusworth, ayudante de Loffreda desde hace cinco años.

Todo eso se apreció en la cancha y por eso se vio un primer tiempo en el que los argentinos dominaron territorialmente, pero sin demasiadas ocasiones para quebrar el ingoal georgiano.

Pero pese al menguado 6-3 con el que Los Pumas cerraron el parcial (penales de Kvirikashvili y dos de Felipe Contepomi), el trabajo de desgaste de sus forwards fueron la semilla que dio sus frutos en el segundo tiempo.

En la etapa final, los argentinos fueron inclinando la cancha y así, por fin, pudieron hilvanar maniobras ofensivas, con sucesión de pases y participación de backs y forwards.

Juan Martín Hernández se convirtió en el conductor del equipo, con una producción que fue de menor a mayor y terminó en gran nivel, tanto que participó en los cuatro tries, que llegaron a través de Lucas Borges (dos), Patricio Albacete y Federico Martín Aramburu, dos convertidos por Felipe Contepomi, que además aportó un penal. El último en el minuto 80, para alegría del puñado de argentinos que concurrió al pintoresco Stade Gerland, a orillas del río Rhone, y para decepción del grueso de los 42.200 espectadores locales, que decididamente alentaron a los europeos.

Ahora Los Pumas tendrán 11 días de descanso, ya que su próximo partido será el 22 ante Namibia, un día después del trascendental choque entre Francia e Irlanda, que puede definir el grupo si pierden los galos.

En definitiva, se mejoró el line en el cual Albacete es una garantía, pero se deben conseguir otras variantes de calidad.

De todas formas, fue el segundo partido sin recibir tries, algo que remarca el excelente trabajo defensivo, pero tanta mentalidad defensiva no genera opciones claras de ataque.

Por último, la positiva influencia que va tomando Hernández como diez en el equipo. Fue el conductor y principal responsable de la victoria, aunque falta que las decisiones pasen más por él que por el pack.

Argentina sigue derecho, creciendo como equipo y en juego, partido a partido, afirmando a sus figuras a cada paso y con muchas ganas de realizar su mejor producción en un mundial.