Rafael Nadal aspira a un 21º título de Grand Slam en la final que jugará desde las 5.30 de mañana (hora argentina), una cumbre en el deporte de la raqueta nunca antes alcanzada por ningún hombre, pero enfrente tendrá a un impresionante Daniil Medvedev, que ya dejó sin ese logro a Novak Djokovic en el último US Open.
Nadal busca la cumbre del Grand Slam 21 ante el ascendente Medvedev
Desde esta madrugada, Rafael Nadal y el ruso Daniil Medvedev jugarán la final de Australia. Para el español podría significar quedar en lo más alto de la historia.
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Roger Federer persigue ese 21º 'Grande' desde el Abierto de Australia de 2018, Djokovic lo acarició en el pasado US Open. Pero finalmente podría ser Nadal quien se llevase la gloria.
"Voy a volver a jugar contra uno de los más grandes jugadores y de nuevo contra un jugador que va a intentar conquistar su 21º Grand Slam", recordó el ruso de 25 años aludiendo a su final ganada en el último US Open.
En aquella ocasión privó al serbio de un 21º 'Grande' pero también de la gesta de conquistar los cuatro Grand Slams del año, después del Abierto de Australia, Roland Garros y Wimbledon.
La diferencia es que en Nueva York, Medvedev no era favorito, un estatus del que no puede escapar en esta ocasión en Melbourne.
"Mi objetivo no es privar a Rafa de un 21 título de Grand Slam, sino ganar mi partido", aseguró el ruso, que podría convertirse en el primer jugador de la 'era Open' (desde 1968) en ganar de forma consecutiva sus dos primeros 'Grandes'.
El número del mundo es diez años más joven que Nadal (35 años) y viene de una temporada 2021 excepcional, en la que firmó sus mejores actuaciones en cada uno de los cuatro Grand Slam: final en el Abierto de Australia (perdida ante Djokovic), cuartos en Roland Garros (frenado por Stefanos Tsitsipas), octavos en Wimbledon (superado por Hubert Hurkacz) y primer título de Grand Slam en el US Open (al derrotar a Djokovic en la final).
Nadal seguramente habrá tomado nota y sabrá que sólo tendrá opciones de ganar si juega a su mejor nivel, aunque quizá tendrá menos presión que su adversario ya que el año pasado no jugó durante seis meses por una lesión en el pie, y que además padeció el Covid-19 en diciembre, por lo que está gran performance le resulta casi inesperada.
"No sé si va a ser mi última oportunidad o no. Hace poco tiempo parecía que no habría otra oportunidad, y ahora estamos aquí. Sinceramente, no sé lo que me juego. Es un semi milagro. Estoy increíblemente feliz y disfrutando este momento. Eso no me quita que esté con la ilusión y las ganas de hacer este último esfuerzo de darme una oportunidad", declaró el español.
En su favor juega su victoria ante el italiano Matteo Berrettini de ayer, que fue menos costosa en términos de energía que la de cuartos ante Denis Shapovalov.
Además de un 21º título de Grand Slam, una victoria el domingo permitiría a Nadal convertirse en el segundo jugador en la era Open y el cuarto en la historia, en haber conquistado en al menos dos ocasiones cada uno de los cuatro Grand Slams, algo que realizó Djokovic el año pasado cuando conquistó Roland Garros por segunda ocasión.
Precisamente el serbio es el gran ausente de este certamen, por su recordado affaire con las autoridades migratorias australianas, a consecuencia de no haberse vacunado contra el Covid-19 y presentar un certificado que resultó insuficiente.
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