12 de noviembre 2015 - 00:14

No aguantó: la lluvia inundó la cancha y suspendió partido Argentina-Brasil

Así estaba el estadio Monumental una hora del inicio.
Así estaba el estadio Monumental una hora del inicio.
Argentina y Brasil, que debía jugarse el jueves desde las 21 en el estadio Monumental por la tercera fecha de las Eliminatorias Sudamericanas para el Mundial Rusia 2018, fue suspendido por el diluvio caído en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y reprogramado para el viernes en el mismo horario.

La decisión fue consensuada por dirigentes de ambos países tras una reunión con el árbitro paraguayo Antonio Arias y miembros de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), confirmó el veedor del partido, el uruguayo Álvaro Silva.

Pese a la intensa lluvia que azotó durante todo el día a la Capital Federal, unos pocos valientes se animaron a ir hasta Núñez con la ilusión de poder ver a sus ídolos en el duelo entre Argentina y Brasil.

Pese a caminar con el agua hasta las rodillas, la esperanza que la lluvia cesara y el partido se iniciará duró hasta que se ingresaba al estadio y se veía el campo de juego. Inundado por completo y hasta con olas, el césped del Monumetal hacía prever que el encuentro no se jugaría. Sin embargo los hinchas, estoicos, esperaron debajo de los techos hasta la confirmación oficial que, para ellos, llegó desde la voz del altoparlante, cuarenta minutos antes del inicio del partido.

El árbitro paraguayo, el único con autoridad para suspender el encuentro, arribó al estadio cerca de las 19.30 y ya ahí fue avisado que debía ir a la cancha en botines y no en zapatillas, como hacen habitualmente.

Por eso, el recorrido del juez fue una mera rutina porque el partido, para los dirigentes y jugadores, ya estaba suspendido. Los primeros en recomendar que se posterguen las acciones fueron los dirigidos por Gerardo Martino, a lo cual el plantel visitante accedió casi automáticamente.

Una vez que Arias terminó el recorrido, y luego de una reunión con el presidente de AFA, Luis Segura, dirigentes de la Conmebol y sus asistentes, el paraguayo decidió suspender oficialmente el partido.

Así, lo único que restaba definir era el horario, porque el día ya estaba estipulado: sería el viernes. Los brasileños querían jugarlo por la tarde, pero Argentina se opuso por la gente que tenía su entrada y le era imposible acercarse por ser día laborable. Además, el antecedente de las eliminatorias pasadas, cuando se jugaba viernes y martes, ayudó para que se decidiera que el Argentina-Brasil se juegue a las 21 horas.

Dejá tu comentario

Te puede interesar