Pistorius dejó prisión de Pretoria y cumplirá arresto domiciliario
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Pistorius salió de la prisión de Pretoria.
Durante su proceso, de seis meses de duración y muy mediático, Pistorius siempre aclaró que creía que tras la puerta había un ladrón, y que por eso abrió fuego.
Finalmente fue condenado por "homicidio involuntario", en cuyo caso la ley sudafricana permite que los reos salgan de la cárcel tras cumplir una sexta parte de la sentencia.
La comisión de liberaciones condicionales ya se había pronunciado en junio en favor de su liberación el 21 de agosto, pero el ministerio de Justicia bloqueó la decisión en el último minuto.
"Está muy bien, pero deberían haberlo liberado el mismo 21 de agosto", reaccionó el lunes Brian Webber, abogado de Pistorius.
La saga judicial no ha terminado aún para Pistorius, ya que la fiscalía apeló su condena, estimando que debería ser condenado por "asesinato" y no por "homicidio involuntario".
El nuevo juicio tendrá lugar a partir del 3 de noviembre ante el Tribunal Supremo de apelaciones, que podría modificar el veredicto y eventualmente condenar a Pistorius a una pena más dura o devolver el proceso a primera instancia.
El atleta, amputado de ambos pies a los 11 meses de edad, se convirtió en una estrella mundial al competir con atletas válidos en los Juegos Olímpicos Londres 2012, gracias a unas prótesis de carbono que le valieron el apodo de "blade runner".
Joven y rico gracias a sus contratos publicitarios, Pistorius era un deportista admirado en todo el mundo, hasta que la muerte de su novia terminó con su carrera deportiva.
Las nuevas condiciones podrían incluir la obligación de ver a los padres de la víctima, si estos lo desean, según el canal informativo ENCA.
Además deberá someterse a psicoterapia y no tendrá derecho a manejar armas, indicaron los servicios penitenciarios.
"En principio debería ir a la comisaría regularmente, y podría recibir la visita inopinada de los servicios penitenciarios. También podría ser sometido a exámenes para verificar si consumió drogas", explicó Martin Hood, un abogado de Johannesburgo.
Por lo general, una persona condenada a arresto domiciliario no puede beber alcohol y tiene una libertad de movimientos limitada.
"Puede haber un programa por etapas, y por cada etapa superada, se reduce el nivel de vigilancia al que está sometido. Pero si infringe alguna de las normas puede volver a la cárcel", según el abogado Hood.
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