San Lorenzo fue superior y festejó ante Boca
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Dentro de ese contexto, San Lorenzo fue un poco más, ya que al menos manejó bien la pelota en la mitad de la cancha, aunque no tuvo profundidad en los metros finales.
Boca, a todo esto, evidenció nuevamente falta de juego asociado, y mostró una alarmante fragilidad en defensa.
Por tal motivo, el equipo del `Pelado` Díaz, que hizo un planteo muy inteligente, ya que le robó la pelota al rival, contó con las dos jugadas más peligrosas del primer tiempo.
A los 27 minutos, el zaguero central Jonathan Bottinelli cabeceó solo dentro del área, pero su remate se fue cerca del palo izquierdo de un estático Cristian Lucchetti.
Pero en esa misma situación de juego el zaguero central Juan Manuel Insaurralde le cometió un clarísimo penal al uruguayo Balsas que el árbitro Néstor Pitana no sancionó.
Ese fue el primer error del juez del encuentro, ya que sobre los 36 minutos el volante colombiano Leonardo López debió irse expulsado.
No obstante, 180 segundos más tarde, el defensor Nelson Benítez desperdició una clara chance de gol al rematar por encima del travesaño desde una inmejorable posición.
San Lorenzo, con muy poco, hizo más que un rival que falló en casi todos los conceptos del fútbol.
Boca cometió los mismos errores que ante All Boys (derrota por 2 a 0 en la cancha de Huracán en la tercera fecha) y por ese motivo no generó fútbol ni situaciones de gol.
De más está decir que el equipo de Borghi estuvo muy lejos de lo que hizo el domingo pasado ante Vélez en este mismo escenario, cuando consiguió una victoria por 2 a 1.
La principal carencia de Boca estuvo en la falta de recuperación de la pelota: muy flojas fueron las tareas de Sebastián Battaglia y la de Medel.
A partir de eso no tuvo fútbol: regular el trabajo del enganche Cristian Chávez. Por ende, la dupla Viatri-Palermo no gravitó en el partido.
Pero los problemas de Boca se agravaron, sobre los 40 minutos, con la expulsión de Medel, por una falta inocente a Diego Rivero.
El segundo tiempo fue distinto: los dos equipos mostraron otra actitud, un poco más ofensiva.
Al minuto, Viatri estrelló un cabezazo en el travesaño y a los 6m., Balsas, de cabeza, estableció el 1 a 0.
La diferencia, entre un frentazo y otro, radicó en los momentos opuestos de los equipos.
San Lorenzo, que juega regular aunque gana, tiene como principal virtud a su entrenador.
Ramón Díaz es capaz de hilvanar tres triunfos consecutivos (Racing, All Boys y Boca) sin un equipo de nivel.
Pero además metió a San Lorenzo en la lucha por el título, ya que suma 11 puntos sobre 15 posibles. Es que en las dos primeras fechas cosechó dos empates (Gimnasia y Esgrima La Plata y Godoy Cruz de Mendoza).
Sin embargo, desde lo futbolístico, la defensa es sólida. Es que a los 10 y 19 minutos, salvaron Bottinelli y Sebastián Luna (60 segundos antes había ingresado por Rivero) sobre la línea, frente a un remate y un cabezazo de Palermo, respectivamente.
Entonces, en la conjunción de todo el equipo de Boedo se metió en la pelea por el campeonato.
Lo de Boca ya es preocupante: regaló un tiempo, se quedó con diez en ese mismo período, y volvió a fallar en el juego aéreo, algo que nuevamente le costó un gol en contra. Además jugó muy mal ante un rival que no brilla por su juego.
Sin embargo, el conjunto de Borghi tuvo el empate en la cabeza de Matías Caruzzo a los 41 minutos y en la réplica, Balsas comandó un contraataque que derivó en el 2 a 0, por una perfecta definición de Menseguez.
Sólo quedó tiempo para el descuento de Palermo, tras un error de Damián Albil, con un Boca netamente ofensivo, con cuatro delanteros: Viatri, su goleador histórico, Pablo Mouche (entró por Chávez) y Sergio Araujo (reemplazó a Christian Cellay) y un enganche (Damián Escudero ingresó por Matías Giménez), pero sin ideas.
San Lorenzo, que ganó por 28va. oportunidad en la Bombonera (es el que más veces lo hizo), sigue a paso firme `como un Falcon familiar` en la lucha por el Apertura.
Todo al mando de un conductor con clase: Ramón Díaz, que por lo hecho en el pasado y lo que hace en el presente merece algo más que dirigir en la máxima categoría del fútbol argentino.
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