2 de marzo 2006 - 00:00

Un empate que dejó conformes a los dos

Montenegro para la pelota con el pecho ante la mirada de Farías e intenta encarar al arco de Sessa, pero deberá sortear la marca de Broggi y Pellerano. Vélez y River empataron y quedaron conformes.
Montenegro para la pelota con el pecho ante la mirada de Farías e intenta encarar al arco de Sessa, pero deberá sortear la marca de Broggi y Pellerano. Vélez y River empataron y quedaron conformes.
No fue un gran partido desde lo futbolístico, pero fue emotivo y con el resultado incierto hasta el final. Vélez y River, dos de los mejores equipos del fútbol argentino, prefirieron luchar a jugar y terminaron conformes con el empate.

Vélez fue mejor en la primera etapa, con el buen trabajo de Leandro Gracián, y la peligrosidad de Castromán y Rolando Zárate creó dos claras situaciones de gol que salvó en forma muy lucida Germán Lux.

River mejoró con la entrada de Gallardo, aunque hubo jugadores que no rindieron de acuerdo con sus antecedentes como Ernesto Farías, que prácticamente no tocó la pelota y Daniel Montenegro, que nunca pudo superar a la defensa rival. Esto sumado a algunos desacoples defensivos, lugar donde se notó mucho la ausencia del paraguayo Julio César Cáceres, que se fue con su selección.

Si bien no hubo muchas, crearon situaciones de gol claras que sirvieron para mostrar los reflejos de Germán Lux y Gastón Sessa, que parecían infranqueables por lo que el partido iba camino a un empate sin goles. Pero Leandro Gracián mostró toda su categoría en la ejecución de un tiro libre y abrió el marcador poniendo la pelota en un ángulo y tres minutos después Federico Domínguez (que lo festejó efusivamente renegando de su pasado en Vélez) metió la cabeza en un centro de Gallardo y empató el partido, 30 segundos después que Daniel Passarella había hecho entrar a Luciano Figueroa por Augusto Fernández para jugarse en ataque.

River, después del empate, fue el que más pugnó por el triunfo, pero con intentos desordenados y a base de centros buscando las cabezas de Figueroa y Farías. Vélez mantuvo la calma en su defensa y buscó contraatacar con tibieza aunque se fue «enamorando» del empate, sobre todo después de la salida por lesión de Castromán.

River perdió la punta y Vélez no la pudo lograr, en un torneo que cada fecha que se juega es más parejo. Los dos se respetaron demasiado y demostraron que van a estar en la lucha por el título. Aunque ambos reservaron fuerzas porque están jugando paralelamente la Copa Libertadores de América.

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