2 de octubre 2001 - 00:00

Ahora Nación busca refinanciar su deuda junto a las provincias

El ministro de Economía, Domingo Cavallo, prometió a sus colegas provinciales que los sumará en las negociaciones para refinanciar deudas bancarias. Para ello trabajará en conjunto con las provincias en un convenio-ley que permitirá utilizar como garantía de los créditos la recaudación del impuesto al cheque, unos 5 mil millones de pesos anuales. En cambio, la coparticipación federal de impuestos quedará a salvo de las gestiones internacionales.

Ahora Nación busca refinanciar su deuda junto a las provincias
Los ministros de Hacienda provinciales lograron ayer que su colega nacional Domingo Cavallo los incluya en las negociaciones para refinanciar deudas bancarias. De ahora en más, el funcionario les prometió que cuando regatee ante los organismos internacionales tratará en conjunto la deuda de Nación con la de las provincias.

La idea central que expresó ayer Cavallo durante la reunión realizada en el Palacio de Hacienda de la Nación, convocada de urgencia por él mismo, es utilizar como garantía lo que se recaude por el impuesto al cheque -unos 5.000 millones de pesos al año- para pedir un macro-préstamo que permitiría solventar las deudas bancarias provinciales, y que tendrá como objetivo lograr pagar intereses de 10 por ciento, cifra mucho menor que la que manejan varias provincias.

En tanto, la coparticipación federal de impuestos quedaría liberada de actuar como garante de los nuevos créditos que gestiona el ministro de Economía. El tema era especialmente sensible ya que las provincias reclaman cuantiosas deudas en materia de coparticipación. Sin embargo, Cavallo eludió el tema y sólo precisó que debe por setiembre 392 millones de pesos y por agosto, 61 millones.

En cambio, planteó un panorama negro para las provincias. Algo similar al reto que recibieron los gobernadores a manos de la representante del Banco Mundial, Myrna Alexander, cuando les juró que la entidad financiera no trataría ningún tipo de reprogramación de deudas con las provincias sino que lo haría sólo con Nación.

Algunos de los ministros provinciales se mostraron recelosos de la propuesta de Cavallo. Por caso, el titular de Hacienda santafesino Carlos Mercier no está de acuerdo en que se generalicen las deudas de todas las provincias. Es lógico: Santa Fe acaba de conseguir un crédito del Banco Mundial por 330 millones de dólares en momentos en que ni siquiera Nación lograba un peso en los mercados internacionales.

Quienes estuvieron en la reunión aseguraron a este diario que el plan de trabajo se terminará de definir después de las elecciones de octubre, algo que viene bien al presidente
Fernando de la Rúa y a los propios gobernadores. La renegociación de la deuda seguramente implicará reducción del gasto en las administraciones, medidas que siempre son impopulares.

Sin embargo, no falta mucho para el día 14. El Ministerio de Economía y las provincias trabajarán durante las próximas dos semanas para firmar una ley convenio que habilite el pedido del préstamo con la garantía del impuesto al cheque.

De esta manera, este impuesto estaría quedando por fuera del ríspido debate encabezado por los gobernadores, cuyas intensiones eran incluirlo dentro de los tributos coparticipables. Se supone que con la propuesta de Cavallo la coparticipación llegaría limpia a las provincias, debido a que no sufriría las retenciones que realizan los bancos acreedores en cuanto comienzan a llegar los fondos.

Días atrás la tropa de ministros de Hacienda provinciales se dio cita en la sede del Consejo Federal de Inversiones (CFI) en Buenos Aires.

Los economistas analizaron la posibilidad de implementar un bono interprovincial para hacer frente a las necesidades más acuciantes de pago de sueldos y a proveedores del Estado.

La necesidad de ese bono bautizado como Libertador surgía, precisamente, de la marginación que decían sufrir las provincias por parte del viceministro de Economía,
Daniel Marx, en las negociaciones por la deuda que encabezaba en los Estados Unidos.

Luego de analizar la viabilidad de ese bono y de otro título destinado a refinanciar las deudas provinciales a largo plazo, los funcionarios terminaron por juntar bronca y suscribieron un documento que derivó en la reunión de ayer con Cavallo.

En la misiva pedían una entrevista urgente con el mandamás de Hacienda con la idea de colarse en las gestiones por la deuda pero además informarle sobre los avances en el bono Libertador que sería por 1.000 millones de pesos.

La queja recogida por este diario en la reunión celebrada en el CFI era que Cavallo escondía datos vitales a las administraciones provinciales en materia de renegociación de deuda pero también en lo que refiere al Presupuesto de Erogaciones Nacionales del año 2002 apenas esbozado en el Congreso de la Nación por la administración central.

Un fantasma flotaba en aquel encuentro de ministros: el titular de Hacienda de Entre Ríos,
Osvaldo Cepeda, acababa de parar la provincia gobernada por la Alianza por tres días para lograr un ahorro en las arcas locales.

Justamente este funcionario había advertido a este diario y a sus colegas que ése podría ser el paisaje que se vivirá en otros estados de avanzar el ahogo financiero que pesa sobre las provincias. Como se advertirá, no hubo diferencias partidarias a la hora de despacharse contra la Nación.

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