El consumo de carne se desplomó en lo que va de 2024 y se encamina hacia su mayor caída en un siglo. Esto llevó a que su precio se redujera un 16% en términos reales en el primer semestre del año. Sin embargo, un informe de IERAL pone en duda que esta baja sea sostenible en el tiempo y podría presionar a la inflación, de cara a los próximos meses.
Alerta inflación: advierten que el precio de la carne tocó un piso y podría repuntar en el corto plazo
El precio de la carne cayó 16% en términos reales en el primer semestre tras la baja del consumo. De todos modos, especialistas advierten que podría repuntar su valor con una eventual recuperación económica.
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El informe del instituto de la Fundación Mediterránea destaca que la variable de ajuste del valor de la carne será: el repunte de la actividad económica, así como también el cambio de patrón de consumo por otras carnes, que debería atenuarse a medida de que se cumpla el rebote económico.
De la mano de un rebote de la actividad, como el Gobierno espera que suceda hacia fin de año, "las familias deberían ir retornando a sus patrones de consumo habituales pujando por una mayor participación de la carne vacuna en sus canastas (que hoy está en pisos) y el factor bajista que implica la sustitución por otras carnes en el mostrador tendería a atenuarse", señaló el estudio.
La caída de la producción de carne podría presionar el precio de los productos
La producción de carne cayó casi 9% interanual durante los primeros siete meses del año y la hacienda que típicamente abastece al mercado interno se valorizó casi proporcionalmente, según IERAL.
Por otro lado, la faena, que venía de un récord en 2023, cerrará por debajo del año anterior y, a esto se le suma que, "estacionalmente la hacienda en pie (principal costo en la producción de carne) tiende a corregir para arriba en los últimos trimestres, y que podría comenzar a arbitrar un mayor precio para la exportación debido a la reciente reducción de aranceles sobre los productos y subproductos cárnicos, las presiones para los precios en mostrador también serían al alza por el lado de la oferta durante los próximos meses".
El alza del precio de la carne podría presionar el índice de precios al consumidor (IPC), que en agosto se ubicó en 4,2% y, según surgió del Presupuesto 2025, debería ubicarse en el 1,2% mensual de cara a fin de año para alcanzar la proyección 104,4%, algo muy poco probable.
El informe elaborado por Franco Artusso estimó que la participación de la carne vacuna en la inflación pasó de aportar 2,2 puntos porcentuales en diciembre de 2023 a solo 0,11 puntos en julio de 2024, gracias a la caída en los precios.
Consumo de carne por el piso
El consumo aparente de carne vacuna, que se calcula como la producción menos las exportaciones, cayó un 20% interanual durante el primer semestre del año tras la fuerte baja del poder adquisitivo y la disminución de la actividad, que llevó a las familias a un cambio de hábitos. En este contexto, la caída en el consumo de carne vacuna alcanzó niveles históricos bajos.
Con el objetivo de ajustar sus gastos, muchas familias comenzaron a recurrir a alternativas más económicas como el pollo y el cerdo, dado que la carne vacuna sigue siendo costosa en términos relativos. Sin embargo, a pesar de esta fuerte disminución, el precio actual sigue estando elevado en comparación con el promedio histórico de 2007 a 2023.
Tomando como referencia el precio de 18 cortes, en julio de este año la carne vacuna promedió $7.445 por kilo al consumidor. Si se compara este precio con el de antes de comenzar el año (diciembre 2023), la carne vacuna se abarató un 16% en términos reales desde aquel entonces.
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