3 de agosto 2001 - 00:00

Alivio de tensiones y cierta expectativa

Alivio de tensiones y cierta expectativa
Una jornada más descomprimida de t ensiones adversas, vino de modo apropiado en la segunda fecha de agosto. Nada cambió en cuanto a hechos concretos del escenario anterior, pero podía percibirse cierto cordón expectante jugado -posiblemente- a esa llegada de un subalterno de Bush que aterriza en el campo de los hechos argentinos y como en un gesto de salvataje de última instancia.

Si se habla de mecanismo simple operatorio, la mejora provino de un riesgo-país que desandaba camino alcista y cayendo más de cien puntos holgados, ubicando con ello una señal para las acciones y también preconizando una mejoría a lo largo de la rueda. Ya en las aperturas se veía la predisposición, ganando velozmente un nivel que fue parecido a lo contenido en el cierre: casi 2%. En el medio se llegó a obtener picos mejores, pero se optó por un final más recatado.

• Plata en mano

... Y sabe el lector cómo se completa el refrán, que se pone en vigencia a partir de ahora, cuando se verá si llega el salvataje sólido para las finanzas locales, o si todo quedará en elogios y dialécticas. La plata no hace la felicidad -ni corrige desvíos de fondo-, pero es cierto que ayudará a calmar los nervios. Saber que puede existir un cálculo de capital, alejando peligros varios de la hora, daría ese oxígeno que, sin vergüenza, pidió Cavallo al enunciar la «última chance» que debieran brindar al país.

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