1 de marzo 2006 - 00:00

Argentina, entre países que menos se elige invertir

Una lectura peligrosa que podría realizar el gobierno es que aun con poca inyección de capital desde el exterior la Argentina consiguió crecer 9%. Pero también se reconoce que una variable clave para sostener altos niveles de expansión y sin inflación pasa por conseguir un mayor salto de la inversión de largo plazo. No alcanza solamente con fondos locales, y tarde o temprano habrá que atraer a inversores extranjeros. Claro que con reglas de juego inestables, alta inflación y disputas con países vecinos se está haciendo poco para conseguirlo. Ayer se conoció un ranking de la influyente calificadora Standard & Poor's que muestra que la Argentina es uno de los países emergentes que menos inversión extranjera directa recibe. Fueron apenas u$s 3.200 millones en 2005 y se ubicó sólo arriba de mercados muy chicos, como Chipre o Eslovaquia. Para colmo, cayó 22% respecto del nivel de 2004.

La Argentina está 16 en el ranking de inversiones externas.
La Argentina está 16 en el ranking de inversiones externas.
A pesar de haberse ubicado entre los tres países de mayor crecimiento del mundo en 2005, la Argentina prácticamente no figuró en el ranking de mercados emergentes que recibieron más Inversión Extranjera Directa (IED). Con u$s 3.200 millones ingresados, el país consiguió ubicarse sólo arriba de naciones mucho más pequeñas como Eslovaquia o Chipre, pero por debajo de todo el resto (ver gráfico).

Así lo reveló un informe de la calificadora Standard & Poor's difundido ayer, en el que se revela que Latinoamérica recibió 20% de la IED dirigida a mercados emergentes, totalizando u$s 72.000 millones. Los inversores eligieron como destino preferentemente a México (u$s 17.200 millones), Brasil (u$s 15.600 millones) y Chile (u$s 7.000 millones).

La Argentina no sólo se ubicó entre los países menos receptivos de inversiones del exterior, sino que, además, fue uno de los pocos que sufrieron una caída respecto del nivel de 2004, que llegó a nada menos que 22%. Al contrario, la IED para mercados emergentes creció 17,7% que, de todas maneras, resultó un ritmo inferior al aumento de 47,1% registrado en 2004.

Esta falta de inversión extranjera permite dos lecturas: el país consiguió crecer aun sin inyección de capital del exterior. La otra cara es que, de mantenerse esta situación en los próximos años, estaría en riesgo la continuidad de la expansión económica.

La semana pasada, el presidente del Banco Central, Martín Redrado, reconoció que uno de los «desafíos pendientes» del país es «elevar en hasta cuatro puntos porcentuales adicionales» la inversión, que actualmente se ubica en 21% del PBI. Resultará muy difícil conseguirlo solamente con recursos locales y prácticamente sin apuestas que llegan del extranjero.

La calificadora no ofrece una explicación para este fenómeno. Pero es evidente que hay una serie de factores que generan desconfianza en el mundo, que pasan por la falta de seguridad jurídica, por ejemplo, ante situaciones como el congelamiento de las tarifas de servicios públicos o la indecisión respecto de la constitucionalidad de la pesificación.

• Datos adicionales

Estos son algunos datos adicionales que surgen del informe de S&P:

• La Argentina recibió en promedio entre 1993 y 1998 un total de u$s 10.600 millones anuales en inversión extranjera. El máximo se produjo en 1999 (producto en parte de la venta de YPF), cuando totalizó u$s 24.000 millones. Luego del default, la cifra cae de manera estrepitosa, sin recuperarse desde entonces.

• Otros mercados latinoamericanos, como México, Chile y Brasil, fueron mucho más constantes a la hora de atraer IED. Lo más importante es que no sufrieron caídas significativas en los últimos años.

• El volumen total de inversiones directas en emergentes trepó en 2005 a u$s 361.000 millones contra u$s 306.000 millones registrados el año anterior.

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