Las cifras del mercado automotor de setiembre conocidas esta semana no sólo muestran el efecto de la recesión en el nivel de actividad del mes pasado. La caída de 47% en la demanda respecto del año pasado revelan también un dato demoledor: cada automotriz venderá en 2001 en promedio menos que en el '90, el peor año de la industria automotriz. Este año las ventas totales rondarán las 170.000 unidades, mientras que 11 años atrás el mercado fue de 95.000. Si bien el volumen hoy es mayor, la radicación de nuevas empresas durante la década pasada cambió la relación de fuerzas y aumentó la competencia.
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En el '90 había sólo tres empresas produciendo autos en el país: Sevel (que agrupaba Fiat y Peugeot), Autolatina (Ford y VW) y Renault. Esta agrupación de marcas se debió a un éxodo de las casas matrices que dejaron en licenciatarias las operaciones en el país. Un éxodo que, con la realidad actual, amenaza con repetirse. El resto -Mercedes- Benz, Iveco y Scania-producía camiones que tanto entonces como hoy representan menos de 5% del total de las operaciones.
Hoy son siete las terminales radicadas que fabrican autos: Peugeot, Chevrolet, Volkswagen, Fiat, Toyota, Renault y Ford. Pero la mayoría producirá este año menos de lo que fabricaba cualquiera de las tres automotrices del '90.
En aquel año Autolatina vendió más de 41.000 vehículos, un volumen que actualmente no alcanzará ninguna empresa. Renault, que lidera el mercado, venderá este año casi 10.000 autos menos.
Si bien esta comparación puede parecer un mero juego de números, encierra uno de los principales problemas del sector en la actualidad. El mercado actual hace inviable la producción de autos por falta de escala que permita competitividad.
Nuevas plantas
El boom económico de los primeros años de los '90 atrajo un gran flujo de inversiones que se tradujo en plantas modernas y con una gran capacidad de producción pensando en un mercado en expansión. En ese momento, se estimaba que para 2001 las ventas en la Argentina rondarían las 700.000 unidades y no las 170.000 que mostrará la realidad. En el '90, las tres automotrices producían modelos antiguos comparados con el resto del mundo a un alto precio. Con este panorama, para 2001 el mercado cerrará a los niveles de venta de los finales de los años '60.
La producción automotriz de aquí a fin de año está prácticamente paralizada, y el uso de la capacidad instalada es de sólo 30%. Inclusive las empresas se ocupan de analizar cuál es el mal menor para decidir las suspensiones de personal.
«Estamos evaluando qué es menos costoso. Si producir una semana al mes a un ritmo normal y licenciar el resto o fabricar pocos autos por día, pero a lo largo del mes», reconoció a este diario el directivo de una automotriz.
La meticulosidad de este tipo de cálculos tiene una sola explicación: que la pérdida sea lo menor posible para «aguantar» hasta donde se pueda antes de que desde el exterior se tome una decisión drástica.
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