Incendio de entidades que se trasladó a Europa de modo muy dramático nos recuerda nuestro pasado inmediato, le puso un punto de emoción adicional a la tensa espera por lo que diga hoy la Reserva Federal, en virtud de lo que se aguarda en los mercados. Bancos con corridas formales, de gente común queriendo retirar sus depósitos, ola de ventas en los recintos del euro fincada en acciones bancarias y de constructoras. Otro frente de tormenta para los que deben decidir y tratar de controlar la epidemia. En el Dow Jones se sintió mucho menos, con 0,3% de rebaja, que se trasladó al Bovespa acusando el doble -0,6%- y con el Merval nuevamente en el doble perjuicio de un índice en caída y el volumen con anemia evidente.
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Por los precios se alcanzó un piso de 2.025 puntos en el indicador ponderado, con máximo de 2.052 y un cierre en los 2.031: un tanto más decoroso que el mínimo, pero con señal de inquietud manifiesta. Esto dio cerca de 0,9 por ciento de recorte sobre el viernes y en un desarrollo que aburrió por lo lento y complicó por lo ilíquido, haciéndose también eco de la gran expectativa por lo que pase hoy.
Concepto que sirve dualmente, tanto para precios como para caudal de negocios: «poco efectivo». Se debió trabajar en un mercado pesado, donde apenas se hicieron escasos $ 35 millones por suma total.
En el panel mayor sobresalieron los resultados negativos, entre el uno y hasta más del tres por ciento. Sobria Tenaris, sólo con 0,7% de merma, Galicia lo elevó a 1,2% de baja y más todavía Pampa, con 1,5%.
El doble de bajas, 40 en total, por las subas con solamente 21, puede que defina bien lo muy adverso de la imagen dejada.
Atenuante: que desde afuera venían señales amargas, además de ser el día previo a la decisión sobre tasas y esto abrió un pozo de incertidumbres. Mejor, pasarlo de largo. La Bolsa espera por hoy.
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