30 de enero 2007 - 00:00

Bernanke agrada a Wall St. y ya hizo olvidar a Greenspan

Ben Bernanke y Alan Greenspan.
Ben Bernanke y Alan Greenspan.
Washington - El presidente de la Reserva Federal de los Estados Unidos, Ben Bernanke, ha aproximado la institución hacia una mayor apertura, al tiempo que se ganó sus credenciales en la lucha contra la inflación, parecidas a las de su histórico antecesor en el cargo, Alan Greenspan.

En casi un año como jefe del banco central estadounidense, el ex profesor de economía de la Universidad de Princeton ha comenzado a guiar a la Fed por un camino ligeramente diferente del que tomó Greenspan, quien se desempeñaba como consultor de negocios y asesor político antes de asumir en la Reserva Federal en 1987.

Desde que Greenspan le cedió las riendas de la Fed el 1 de febrero del año pasado, Bernanke ha enfatizado la toma de decisiones colegiada, una comunicación más clara de las intenciones y las opiniones del banco central, y un perfil público más bajo para el presidente.

«Viniendo desde un contexto académico, Bernanke ha tratado de adoptar un enfoque más colegiado para la política, de permitir que los otros miembros tengan más influencia sobre lo que decidan hacer», dijo Allan Meltzer, de la Universidad Carnegie Mellon de Pittsburgh, un experto en la historia del banco central de los Estados Unidos.

«Greenspan venía del sector financiero, que está mucho más organizado en torno a una figura central, el presidente ejecutivo», dijo Meltzer.

Entonces, la visión del actual presidente de la Fed es de una institución más abierta, que responda más por sus acciones y donde el compromiso con la estabilidad de precios impulsada por Greenspan y su antecesor, Paul Volcker, se transforme, como escribió Bernanke en 2000 «de una preferencia personal del presidente, en una política oficial».

  • Futuro incierto

    Sin embargo, una herramienta que Bernanke desearía poner en funcionamiento para poder lograr una mayor transparencia -las metas de inflación específicas- enfrenta un futuro incierto.

    Algunos colegas de la Fed temen que el establecimiento de objetivos pueda atar las manos de la Fed mientras trata de dirigir a la economía; en cambio, algunos políticos sospechan que podrían socavar los esfuerzos para lograr el pleno empleo, uno de los mandatos del banco central.

    «Para los académicos es muy fácil pedir más transparencia o pedir algún régimen en particular como las metas de inflación», dijo Jeffrey Frankel, un profesor de la Universidad de Harvard que se desempeñó en el Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca bajo el ex presidente Bill Clinton. «Cuando es uno mismo quien está a cargo, las cosas lucen distintas.»

    En una audiencia de noviembrede 2005 sobre su nominación para el puesto de la Fed, Bernanke dijo a los legisladores que lograr una mayor transparencia sería un proceso evolutivo, y que la aplicación de metas de inflación era sólo un paso potencial.

    Lo cierto es que bajo Bernanke, la Fed ha iniciado una serie de discusiones sobre cuestiones de comunicación, incluyendo las metas de inflación, y esas conversaciones continuarán en un encuentro de política monetaria hoy y mañana.

    Muchos funcionarios de la Fed ya han dejado claro que desearían ver que la inflación, sin contar los volátiles precios de los alimentos y la energía, esté contenida en un rango de 1% a 2%.

    «Ellos no tienen una meta explícita para la inflación, pero no pienso que entre los observadores de la Fed haya muchos que no crean que tienen una meta de inflación», dijo Meltzer.

    Hasta ahora, el contraste más evidente de estilo entre Bernanke y Greenspan es en lo claro y directo del discurso de Bernanke.

    «No quiero sonar como que estoy criticando a Greenspan, porque pienso que él fue un gran presidente de la Fed, el mejor que tuvimos», dijo Alan Blinder, un ex vicepresidente de la Fed. «Pero cuando se trataba del circunloquio, él era muy bueno con eso y mucha gente tenía dificultades para entender lo que él quería decir», agregó.
  • Dejá tu comentario

    Te puede interesar