La tensión en las negociaciones entre la Argentina y el FMI no afloja. En ese contexto, distintos analistas consultados por Ámbito estimaron que, si Argentina finalmente no acuerda con el organismo y, al mismo tiempo, incumple las obligaciones pautadas, el precio de los bonos soberanos podría profundizar la caída que ya mostró el primer mes del año.
En caso de default, prevén aún mayores caídas para los bonos
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Según un análisis realizado por la consultora 1816, “en lo que va de 2022 los bonos Globales cayeron 10,3%” en promedio, en contraste con el 3,8% que se contrajo la deuda del resto de los países emergentes. “Desde diciembre 2020 Argentina tiene un beta de 2”, continúa el documento, y aclara: “Esto significa que se mueve el doble que otros emergentes”. Esta situación, explican desde la consultora, no es “tan distinta” a lo que sucedió en las últimas semanas, motivo por el cual consideraron que “es discutible que ya se haya metido en precios un default al FMI”.
¿Qué puede pasar si Argentina incumple alguno de los pagos pautados con el organismo para este mes, comienzos de febrero o el más abultado de marzo? En términos técnicos, el país entraría en default desde el momento cero y esto le cerraría las puertas a recibir nuevo financiamiento por parte del organismo. Sin embargo, el plazo durante el cual se sostenga el impago es un dato importante, ya que eso también determina los mecanismos institucionales que sigue el FMI.
Más allá de las cuestiones formales, hay otro nervio sensible a mirar y es el precio de los bonos soberanos. Según Pedro Martínez Gerber, economista de la consultora PxQ, el precio actual de los bonos no contempla “el no acuerdo con el FMI”. “Los bonos pricean algo similar a lo que priceaban hace algunos meses pero incorporando el nuevo escenario internacional con más inflación y suba de tasas”, aseguró en diálogo con Ámbito. “Toda la deuda emergente se viene viendo afectada por este fenómeno”, remarcó. Lo que sí tienen incluido actualmente los precios es una eventual renegociación entre 2024 y 2025. “Hace meses se observa que los bonos pricean un no pago en 2024/25”. “Es decir, más allá del acuerdo con el FMI el mercado está priceando que va a haber una nueva reestructuración de la deuda con el sector privado”, aclaró.
Alejandro Kowalczuk, director de Asset Management ArgenFunds, coincidió con esa lectura. “La duda con los bonos es con respecto a los pagos de capital de 2024 y 2025 por aproximadamente unos u$s10.000 millones”, explicó. “Lo que se ve hoy es que no hay una dinámica de acumulación de reservas suficientes para llegar a tener los dólares para pagarlos y, sin acuerdo con el FMI y a estos niveles de tasa, tampoco se podría rollear los vencimientos”, detalló. Y amplió: “Aunque se vayan pagando los intereses esto no cambia”.
Martínez Gerber le pone números. “Simulamos un escenario de reestructuración en 2025, que es cuando se ponen realmente pesados los vencimientos con acreedores privados”, detalló. El cálculo les da como resultado que, si se comparan los precios actuales de los bonos globales y se toma una exit yield de 15%, “perdés plata recién con una quita de alrededor de 65% sobre el capital”.
Según el Martín Vauthier, de Anker Latinoamérica, “un no pago al FMI podría tener una consecuencia adicional sobre los precios de los bonos, pero eso va a depender de cómo se dé ese no pago y de cómo lo interprete el mercado”. Además, agregó el economista, es importante considerar cuáles son las señales que envía el gobierno en caso de que esto suceda. Si al default se lo acompaña con “una pelea retórica con el FMI”, razonó Vauthier, el mercado puede interpretar que “eso aleja todavía más las perspectivas de acuerdo y podría tener un impacto negativo sobre el precio de los bonos, que ya están muy bajos”. “Ahora, si no se paga pero el mercado percibe que la negociación continúa y el gobierno da señales positivas en ese sentido (idealmente que haya algún consenso con el Fondo y el Fondo esté de acuerdo) en ese contexto sería mucho más acotado el impacto”, aseguró.
El economista de Empiria Juan Ignacio Paolicchi coincide, pero suma un elemento: “Los bonos en Argentina tienen mucho de idiosincrático y, a veces, cuando los bonos de los mercados emergentes (sacando los de Argentina) se mantenían estables, Argentina subía o caía y era indistinto de los factores externos. Creo que en la cotización actual hay una parte de idiosincrático, parte de este ruido con el FMI pero también hay algo de factores externos que presionan a la baja los precios, como la inflación global o la perspectiva de suba de tasas de la Fed”.
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