Está cobrando más cuerpo la vieja máxima del sistema bursátil, que aconseja: comprar con el rumor, vender con la noticia. Diluida la expectativa sobre lo que haría la Fed, apuesta positiva que se venía « descontando» en días previos, la aparición -con creces-de lo que se suponía dejó a los mercados nuevamente boyando en la realidad. Y ayer, con un nuevo mensaje de Bernanke donde denota estar tan desconcertado como los mismos operadores, la fiesta del martes se apagó mucho más. Desarrollo con mayoría de índices en baja, si bien leves por el momento, reveló que la oferta retornó con fuerza y procurando atrapar parte de esos repuntes anteriores. El Dow fijó el rumbo, con 0,4% de retroceso, el Bovespa asumió 0,6% bajista, finalmente llegó esto al Merval y se clausuró la fecha con 0,75% de desmejora, en el panel superior.
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Un mínimo del día que perforó el piso de la centena recién recuperada, tocando los 2.097 puntos, se había alcanzado un máximo en los 2.119 y rematando la rueda quedando en la cornisa: 2.100 unidades. Desempeño que tuvo buen ritmo de órdenes, pero ya con un «mix» muy parejo entre posiciones de entrada y de salida. Ya no hubo columnas del listado, como Tenaris, asegurando el beneficio general y resultó un listado de buenas y malas, surtidas.
El rol protagónico quedó para la variable de los negocios, alcanzando más de $ 100 millones de efectivo y en línea con el gran movimiento de la semana. Sin embargo, el empuje de las ventas doblegó a varias plazas clave y forjó el saldo global contrario. Destacada la plaza de Quickfood, por motivos que todos conocen, subiendo 11 por ciento en el día. Por las bajas, tres bancos entre las primeras cinco, siendo el rubro de mayor efecto negativo.
Así las cosas, el remate semanal -Día de la Primavera-no promete jardín bursátil florido. Y la Bolsa, con un ramito.
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