Buscan opciones para evitar el pago
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Las penalidades de no pagar los vencimientos a organismos multilaterales son crecientes a medida que transcurre el tiempo. En primer lugar, por este período de gracia solicitado la Argentina deberá pagar una mayor tasa de interés y multas correspondiente a los días transcurridos.
Pero la próxima fecha clave pasaría a ser el 29 de noviembre. Ocurre que a los 45 días de retraso respecto al vencimiento original de una deuda con el Banco Mundial, ningún deudor del país en cuestión queda en condición de recibir un préstamo del organismo. De esta forma, entes estatales, bancos y empresas quedarían imposibilitados de acceder a nuevas líneas de la institución.
•Consecuencias
Sin ir más lejos, el gobierno está negociando el desembolso de una línea de 600 millones para financiar planes sociales para 2003 por parte del Banco Mundial. Este crédito debería ser aprobado por el directorio del organismo antes de fin de mes, pero caería si el país no cumple.
«Las consecuencias formales del no pago a organismos internacionales se limita a la relación del país con ellos, pero algo muy distinto es la percepción», señala un informe realizado por Martín Anidjar, economista del JP Morgan. En ese sentido, explicó que « la comunidad financiera internacional percibiría un default de esta naturaleza como una violación de las reglas internacionales, lo cual pondría a la Argentina en la compañía de otros parias internacionales».
La lista de países que actualmente arrastran retrasos superiores a los seis meses con organismos (en este caso el FMI) está integrada por Afganistán, Congo, Irak, Liberia, Somalia y Sudán.
Volver de un default con organismos internacionales no es imposible, aunque tampoco sencillo. El requisito fundamental es, básicamente, pagar la totalidad de las deudas ya vencidas.
Usualmente, para ello es necesario llegar a un nuevo acuerdo con el FMI cuyo primer desembolso sea utilizado, justamente, como un puente para cancelar la deuda en default con los organismos.
Para el Banco Mundial tampoco es sencillo que la Argentina deje de pagar su deuda. Aunque no se trata del primer país que actuaría de esta forma, sí es el de mayor relevancia, desde el momento en que la deuda en cuestión representa un tercio de su patrimonio. Por ello, podría sufrir una reducción de su calificación de riesgo, que actualmente es triple A (la máxima, según el rating de las calificadoras).
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