30 de abril 2020 - 00:00

Al final funcionaron los créditos al 24%: se aprobó el 77%

Se avalaron préstamos por $145.468 millones, de 220.000 millones presupuestados. Hay otros 23.155 millones en vías de aprobación. Ya se pueden utilizar para cualquier fin, no solo para el pago de salarios.

Acciones. Mercedes Marcó del Pont y Matías Kulfas, con estrategias paralelas en la crisis de la cuarentena.

Acciones. Mercedes Marcó del Pont y Matías Kulfas, con estrategias paralelas en la crisis de la cuarentena.

Tardó en arrancar, pero finalmente funcionó. La línea de créditos para pequeñas y medianas empresas (MiPyMEs) con tasas del 24% lleva aprobados prestamos a privados por unos $145.468 millones de pesos; con unos $120.596 millones ya entregados a unas 81.993 empresas y con otros 23.155 millones en proceso de recibir el aval. Esto implica que de un total de 220.000 millones que el Gobierno destinó para este fin, en su primera línea de ayuda real a empresas, ya están o entregadas o comprometidos un total de 168.623 millones; y restan unos 51.377 millones para completar los fondos que desde el Banco Central se dispuso liberar para estas líneas.

En total, un 77% de la línea ya está comprometida con el 55% ya desembolsado y en manos de las empresas , y para mayo continuará el mismo esquema de préstamos ya que el Gobierno decidió no rescatar el dinero sobrante sino mantener el programa activo. Se evaluará incluso en las próximas semanas si el dinero disponible se incrementa o si la línea se mantendrá hasta completar los $220.000 millones sin renovación de stock de pesos a entregar.

Para tomar la decisión final, el Gobierno esperará a ver qué sucede con la otra línea de créditos a tasa 0 dispuesta desde el Ejecutivo y que, hasta ayer, tenía unas 180.000 empresas habilitadas de un total de 400.000 que se habían anotado originalmente con casi 1,6 millones de trabajadores en relación de dependencia a los que se los asistirá con el pago de hasta la mitad de sus salarios (con un máximo de 34.000 pesos) y que tiene un abultado número de compañías aún por liquidar. Como contó ayer este diario, el temor de los propios privados sumado a la demora en la carga de datos genera este retraso. La aparición de esta línea elaborada entre el BCRA que dirige Miguel Pesce y el Ministerio de Desarrollo Productivo de Matías Kulfas hizo además que los créditos al 24%, originalmente destinados sólo al pago de salarios de pymes, se flexibilizara y se pueda utilizar para otros destinos, como inversión en capital de trabajo o pago a proveedores.

Se reconoce, tanto entre el Gobierno como desde los bancos, que al comienzo del plan de préstamos hubo demoras y mucha burocracia interna para que el dinero esté disponible primero y aprobado después. El problema que aducen entre las entidades financieras (tanto públicas como privadas) fueron los retrasos por parte del Gobierno en dejar en claro que la garantía de los pagos en el caso de futuros problemas de cobro, correría en parte del sector público a través Fondo de Garantías Argentino (FOGAR). Sostienen entre los bancos que una vez que esta protección al patrimonio de las entidades estuvo salvada, la velocidad de la aprobación de los créditos se aceleró. El problema para que los préstamos sean aprobados antes del aval público era el clásico argentino: hoy por hoy, casi ninguna pyme tiene la posibilidad real de presentar una carpeta con la prolijidad suficiente como para pasar el muy exigente filtro bancario para acceder a una línea de préstamos medianamente pagable. Menos una con tasa del 24%, sin que el Estado se haga cargo de saldarla en caso de que haya retrasos. Cuando este último punto quedó en claro, las líneas se destrabaron, con bancos clásicos (Nación, Ciudad, Provincia, Galicia, Santander, Macro, ICBC y Credicoop) encabezando la lista de créditos entregados. La línea, que aún está vigente, tiene condiciones realmente beneficiosas para las empresas que lo soliciten. Más teniendo en cuenta que se flexibilizó para otros fines más allá del pago de salarios. La tasa fija es al 24%, pueden tener condición de deudos de 1 a 3 ante las clasificaciones del BCRA, no tienen que estar en mora con el FOGAR y tener al menos un empleado. En general la liquidación, luego de la aprobación por parte de los bancos, se concreta en no más de una semana y el dinero se deposita directamente en las cuentas de las empresas habilitadas por la AFIP. Según los datos oficiales, aproximadamente el 53% de estas financiaciones se destinó a capital de trabajo (excluyendo sueldos) y un 36% a líneas destinadas al pago de sueldos.

Desde el BCRA afirman que con estas líneas de crédito se potenció el esquema de préstamos al sector productivo argentino. A datos de diciembre de 2019 el crédito del sistema financiero representaba 8-9 puntos del PIB, habiendo perdido entre 6 y 7 punto durante el gobierno de Mauricio Macri. Actualmente se ubicaría cerca del 15%, con una expansión del 21,1%, con un marcado descenso de la tasa de interés desde el inicio del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO), a partir de medidas tomadas por el Banco Central de la República Argentina (BCRA).

El promedio del sistema registró una suba del 5%, por un aumento de $95.800 millones, en el saldo de las financiaciones en pesos al sector privado, con una marcada aceleración a partir de la primera semana de abril. El crecimiento mensual en lo que va de abril se ubicó en 7,5%. Las líneas comerciales registraron una expansión del 21,1% desde el inicio del aislamiento, por el equivalente a $136.700 millones. Los principales vehículos a través de los cuales se canalizó el crédito fueron los Adelantos y los Documentos a Sola Firma. Los Adelantos fueron la línea más dinámica, debido en parte a que su uso es bastante automático. En la medida en que fueron transcurriendo los días, y con más intensidad después de la reapertura de la atención al público por parte de los bancos, los Documentos comenzaron a mostrar un dinamismo creciente. Consecuentemente con el aumento de las financiaciones a tasas próximas al 24%, las tasas de interés de las líneas comerciales registraron una marcada caída desde el inicio de la cuarentena. La tasa de adelantos en cuenta corriente registró una caída de algo más de 10 puntos porcentuales (p.p.) desde el inicio de la cuarentena. La tasa de interés que enfrentan las pymes se redujo 8,3 p.p. La tasa de interés cobrada a otras empresas jurídicas también registró una caída de 10 p.p. Las tasas de interés de Documentos a Sola Firma registraron una reducción de 13 p.p. respecto del 19 de marzo pasado y se ubican en el 26% para el total del sistema.

Se asegura que el comportamiento de la tasa de interés fue relativamente homogéneo entre los distintos tipos de empresas. El menor costo de financiamiento de los Documentos y el hecho de que estas financiaciones son a un plazo promedio mayor al de Adelantos explican la sustitución entre líneas en la medida que se fue normalizando la operatoria bancaria. En general el paquete lanzado en abril para atender a las personas también fue amplio. Se lanzó la posibilidad de cancelar los saldos de las tarjetas de crédito que vencen hasta el 30 de abril en 9 cuotas fijas con tres meses de gracia. También las líneas de crédito a tasa cero y doce cuotas con seis meses de gracia para monotributistas y autónomos; junto con la eliminación de intereses punitorios sobre las cuotas de créditos (personales, prendarios, hipotecarios, entre otros) impagas hasta el 30 de junio y la posibilidad de solicitar a las entidades que difieran el pago de las cuotas que venzan entre el 1 de abril y el 30 de junio de 2020 hasta el mes siguiente al final originalmente previsto del contrato.

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