7 de julio 2008 - 00:00

Cumbre hoy del G-8 por la suba de alimentos y petróleo

El primerministroitaliano,SilvioBerlusconi,dijo que lasuba de losalimentosserá el temacentral de lacumbre delas potencias.
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, dijo que la suba de los alimentos será el tema central de la cumbre de las potencias.
Toyako, Japón (DPA, EFE, AFP, Reuters, ANSA) - Los líderes de los siete países más industrializados del mundo y Rusia (G-8) se reunirán desde hoy en Japón para discutir el impacto del constante aumento de precios de los alimentos y del petróleo, así como la pobreza en Africa y el calentamiento global.

La cumbre tendrá lugar en medio de estrictas medidas de seguridad en el exclusivo Hotel Windsor, ubicado en las montañas de la isla japonesa de Hokkaido. Más de 21.000 agentes de policía fueron desplegados en la zona para mantener alejados a los osos y a los activistas antiglobalización.

Los primeros líderes comenzaron a llegar ayer a Japón, entre ellos el presidente estadounidense, George W. Bush, para quien éste será su octavo y último G-8 antes de dejar el poder en enero, y el presidente ruso, Dimitri Medvedev, que se estrena en el club de los países ricos.

Se espera que los representantes de los países más poderosos del mundo (Reino Unido, Francia, Alemania, Canadá, Italia, Japón, Rusia y Estados Unidos), que se reunirán a más de 800 kilómetros de Tokio, aprovechen el encuentro junto al Lago Toyako para meditar sobre algunos de los problemas más acuciantes del mundo.

Se enfrentan a cada vez más presión para encontrar soluciones concretas, más que manifestar su buena voluntad como hicieron en otras cumbres en el pasado.

Fuentes japonesas señalaron ayer que una de las propuestas que se considerarán en Toyako tienen que ver con planes para establecer una reserva de cereales con el fin de poder enfrentar mejor las crisis alimentarias en el futuro.

La propuesta requerirá de cada nación del G-8 el almacenamiento de una cantidad determinada de granos y de su lanzamiento al mercado en un esfuerzo coordinado para estabilizar los precios si es necesario. Actualmente, Japón y Alemania son los únicos países del G-8 que tienen excedentes de granos.

  • Advertencias

    El proyecto se presenta en medio de advertencias del presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, respecto de que el aumento de los precios de los alimentos y el combustible está llevando a los países más pobres a una «zona peligrosa» que amenaza su desarrollo económico.

    En cuanto al cambio climático, funcionarios de la Unión Europea señalaron que quieren que del encuentro surja «un lenguaje más fuerte» que el utilizado en el documento final de la cumbre del año pasado, celebrada en Alemania.

    Pero el anfitrión de este año, el primer ministro japonés, Yasuo Fukuda, ya señaló que no debe esperarse un acuerdo que suceda al Protocolo de Kyoto, que insta a reducir las emisiones en un cinco por ciento a los niveles de 1990 y que vence en 2012.

    La canciller alemana, Angela Merkel, se encuentra entre los más duros defensores del acuerdo e instó a sus colegas del G-8 a predicar con el ejemplo. Bush, por su parte, dijo tras su arribo que será «constructivo» en ese tema, pero reiteró su postura de que el acuerdo que suceda a Kyoto no tiene sentido a no ser que también imponga estrictas restricciones a grandes contaminantes como China e India.

    Japón también quiere que en la cumbre se alcance un compromiso internacional para reducira la mitad la tasa de pobreza extrema en el mundo hasta 2015.

    Sin embargo, ayer crecía la preocupación respecto de la posibilidad de que los líderes del G-8 pudieran dar marcha atrás de una promesa anterior, hecha en su encuentro de Gleneagles en 2005, sobre aumentar anualmente su ayuda al desarrollo a Africa en 25.000 millones de dólares.

    «El actual borrador de comunicado (de la cumbre) es un escándalo», advirtió Max Lawson, asesor político de la organización no gubernamental Oxfam. «Ya se refiera a la ayuda a Africa, a la educación o a la salud, el texto muestra que los líderes están intentando diluir sus compromisos financieros anteriores o incluso incumpliéndolos totalmente.»

    Se espera que los líderes del G-8 denuncien la situación en Zimbabwe tras la reelección del presidente Robert Mugabe en unos comicios considerados ilegítimos. Pero no se espera que llamen a imponer nuevas sanciones al país africano.

    En cuanto al precio del petróleo, está previsto que llamen a una mayor transparencia en los mercados y a mejorar la eficiencia energética. Los controvertidos llamamientos a incrementar el uso de la energía nuclear serán considerados en el capítulo de diversificación energética.
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