24 de agosto 2021 - 00:00

Los u$s4.334 millones de los DEG del FMI están bajo custodia del BCRA

El 29 de septiembre se utilizarán u$s1.800 millones correspondientes al primer pago del año del crédito tomado durante la gestión de Macri.

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Los u$s4.334 millones correspondientes a los 3.055 millones en Derechos Especiales de Giro (DEG), que envió el Fondo Monetario Internacional (FMI), ya están bajo custodia del Banco Central de la República Argentina (BCRA) en una cuenta especial que el Tesoro tiene en la entidad que maneja Miguel Pesce. Hacia delante, el Ejecutivo sólo podrá disponer de los dólares constantes y sonantes, en el caso de pagarle al FMI. Esto será el 29 de septiembre próximo, un día antes del vencimiento de los u$s1.800 millones correspondientes al primer pago del año del stand by firmado durante el gobierno de Mauricio Macri con el organismo que maneja Kristalina Georgieva. Se deberá dejar a un lado otro monto similar, para eventualmente utilizar el 30 de diciembre próximo para poder hacer frente al segundo pago del año por la misma cantidad de dinero, en el caso que el acuerdo de Facilidades Extendidas no sea firmado en tiempo y forma.

Por lo demás, si el Gobierno quiere usar esos dólares para operar en el mercado interno y en moneda doméstica, deberá pedirle al BCRA que los venda. Y ahí será el ojo y la estrategia de la gente de la mesa de dinero de la entidad que maneja Pesce la que determine el mejor momento para hacerlo. El principal riesgo en este sentido es que al BCRA le leguen ordenes masivas de demanda de pesos por la campaña, y que se lo presione para colocar millones de dólares en el mercado oficial; haciendo que el valor de la divisa según los parámetros del gobierno baje ante la mayor oferta. Será decisión del oficialismo determinar la mejor opción. Lo cierto, es que la llegada milagrosa de los DEG, le permitirá al gobierno de Alberto Fernández y a su ministro de Economía, Martín Guzmán, cerrar en términos fiscales, monetarios y financieros, un complicadísimo 2021. Y poder pensar con la mente más fría un 2022 donde lo fundamental será cumplir con los mandatos que se acuerden con el FMI.

Los u$s4.334 millones que recibió ayer la Argentina, corresponden a la cuota de 0,67% de participación que el país tiene en el directorio del organismo; y que le corresponden como parte de los u$s630.000 millones que la comunidad internacional dispuso distribuir a través de DEG como mecanismo para paliar las consecuencia de la pandemia en sus economías. La pregunta que surgirá hacia delante es que harán los países desarrollados con este dinero. Por ejemplo, a los Estados Unidos le corresponden unos u$s100.000 millones, y será decisión del Gobierno de Joe Biden de que manera disponer de esos dólares. Si llegara el caso que EE.UU. o cualquier otro país desarrollado que recibiera ese dinero eligiera colocarlos en el mercado financiero internacional, Argentina estaría interesada.

Los DEG representan una línea de créditos a cuenta de los que dispone el FMI, destinados para momentos de grave crisis financiera o catástrofes humanitarias. Obviamente la pandemia califica para instrumentar estas vías; y así lo hizo saber la propia Georgieva durante la asamblea anual del organismo de primavera de abril del año pasado; cuando el covid ya azotaba al planeta. Sin embargo, y como para su ejecución se necesita una mayoría de 85% de los votos del board, se requiere obligatoriamente el voto de los Estados Unidos que detenta el 16% del total de las “acciones” del directorio. Pese a que Georgieva lo reclamó públicamente, Donald Trump se negó durante todo 2020 a aprobar la línea, con lo que las DEG quedaron congeladas, hasta comienzos de este año.

Hubo que esperar al recambio presidencial en los Estados Unidos para que la economista búlgara fuera escuchada. Biden se había comprometido ante la líder del FMI durante la campaña electoral que las habilitaría, promesa que fue cumplida luego de un diálogo directo entre el jefe de Estado y la directora gerenta del Fondo.

El camino para poder utilizar los DEG para pagar los vencimientos ante el FMI no fue fácil. Cristina Fernández de Kirchner había sido la principal impulsora de una iniciativa legislativa que comenzó en el Senado para que este dinero se destinara exclusivamente para paliar las consecuencias de la pandemia (este es incluso el fin que impone el FMI). Sin embargo, en julio pasado, al inicio de la campaña, la vicepresidenta y Alberto Fernández acordaron que lo mejor para las condiciones electorales del oficialismo era normalizar lo máximo posible la economía; y liberar de ruidos financieros el camino a las elecciones de noviembre. La confirmación del cambio de posiciones vino de parte de la propia vicepresidenta, que el viernes 23 de julio pasado, en un acto en Escobar de inicio de campaña, dictó que “anoche Alberto me decía que en unos días van a ingresar los Derechos de Giro. El FMI decidió entregarle dólares a los países por los estragos de la pandemia. Nosotros no vamos a poder porque en 2018, después de que en 2015 tuviéramos un país sin deuda, ahora debemos 45 mil millones de dólares al FMI, además de los 70 mil millones que se reestructuró la deuda el año pasado”. Fue la manera de darle luz verde a la estrategia del ministerio de Economía. Liberada la incógnita del uso del dinero de los DEG para los pagos del año, ahora los focos quedarán concentrados en el contenido del acuerdo con el organismo que dirige Kristalina Georgieva.

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