24 de julio 2024 - 00:00

Diálogos de Wall Street

Con Biden en carrera, o sin Biden, Wall Street mantiene el ritmo vibrante de su mercado alcista. ¿No le importa la política? ¿O solamente la política monetaria (y la baja de tasas), Gekko?

Los vaivenes de la política y la marcha del mercado, en la mirada del analista que se escuda bajo el seudónimo de Gordon Gekko.

Los vaivenes de la política y la marcha del mercado, en la mirada del analista que se escuda bajo el seudónimo de Gordon Gekko.

Periodista: Volvemos a hablar de política, como dos semanas atrás. Hay una revolución en Washington. Se bajó Joe Biden tras mucho serrucharle el piso.

Gordon Gekko: No le quite sus propios méritos.

P.: Fueron importantes. En especial, la debacle televisada en el debate. Pero por si solos no alcanzaron. Los de afuera tuvieron que insistir para que soltara. La vicepresidente Kamala Harris se apura ahora por asegurarse la nominación, y apura a los donantes.

G.G.: Que Biden ya no corre es un hecho consumado. Que Harris lo reemplace hay que consumarlo todavía.

P.: Enfrenta oposición dentro del partido…

G.G.: El silencio de líderes como el expresidente Obama, y otros lo delata. Se rumorea que Schumer y Jefferies, demócratas clave en el Congreso, la respaldarán pronto. Todavía hay que convencerlos.

P.: ¿Puede haber sorpresas?

G.G.: Harris corre con ventaja. Sobre todo, porque no corre, vuela. Los plazos son cortos. Cambiar el ticket entero sería un engorro, habría que devolver aportes. Y nadie ha dicho todavía que esté decidido a presentar una candidatura alternativa.

P.: Lo que no significa que no lo evalúe.

G.G.: Seguro. Pero el momento de definirlo es ya. Y, amén de que dañará al partido, la pelea no será fácil. Harris tiene apoyos fuertes y a simple vista suficientes para imponerse. Lo más probable es que se negocien y allanen las diferencias.

P.: ¿Cómo son los tiempos?

G.G.: Resta menos de un mes. La convención demócrata es del 19 al 22 de agosto.

P.: Washington está convulsionado. Wall Street no cambió en nada. Antes del debate, después del debate. Y luego del paso al costado de Biden. Sigue en modo rally. ¿No le importa la política? ¿Es todo lo mismo? ¿Ya incorporó el triunfo de Trump?

G.G.: Nadie gana una elección en la víspera. Mucho menos cuatro meses antes. Y sin saber con quién compite.

P.: ¿Y entonces?

G.G.: Como dijimos, la minucia de la política es para los bonos. La Bolsa, lo que hace regularmente, es cargarle un plus de suba a los años electorales. Y en ese sentido vamos bien. Eso sí está incorporado ya. Con creces.

P.: Las políticas que impulsa Trump son muy inflacionarias (aumento de aranceles generalizados, extensión de rebajas impositivas, etc.). Y los bonos no acusan recibo tampoco. En vez de trepar, la tasa larga bajó medio punto desde fines de abril.

G.G.: Entienda dos cosas. Trump interesa (y asusta) menos que la primera vez. Ya se lo conoce como presidente. Su discurso puede ser agresivo contra el mundo financiero. La gestión no lo fue. Trump midió siempre su Administración con la vara (creciente) de las cotizaciones de Wall Street. Se cuidó de no empujar las propuestas que podían torpedearlas.

P.: El mercado bull fue, a su juicio, la prueba del éxito de su paso por la Casa Blanca.

G.G.: Eso decía en tiempo real. Así que sus anuncios de campaña se toman con ese tamiz. Sin embargo, la baja de la tasa larga que usted menciona sí tiene que ver con la política. Con la inflación, que hizo mutis por el foro desde mayo, y con la política monetaria. Lo que descuenta es un recorte de la tasa de fed funds en septiembre. Y la consecuente vuelta de página.

P.: A pesar de que Trump le advirtió a la FED de no comenzar la reducción hasta después de las elecciones, que recién se celebran el 5 de noviembre.

G.G.: Lo que diga Trump sobre las tasas de interés no importa. Y menos la versión última del candidato, la más aggiornada.

P.: La que ya no predica el despido de Jay Powell.

G.G.: A los 100 días de gobierno, decía Pete Navarro a los gritos. En cambio, Trump promete ahora no interferir, dejar que cumpla el remanente de su mandato al frente de la FED. Como hizo, nobleza obliga, con Janet Yellen (antes de designar al propio Powell).

P.: Tenemos entonces Powell para rato.

G.G.: Hasta mayo de 2026, como mínimo.

P.: ¿Por qué mudó de opinión?

G.G.: Elemental, si baja la tasa en septiembre, y eso hará (aunque lo amenacen), que lo siga haciendo después.

P.: Cuando le toque gobernar a Trump.

G.G.: Si gana la elección, que hay que hacerlo también, que nunca la tendrá fácil si concurre mucha gente a votar. O si se cometen errores de los que nadie está exento.

P.: ¿Cómo cuáles?

G.G.: La suerte es innegable después del atentado. Pero aceptar un debate tan temprano con Biden fue una equivocación a todas luces. Elegirlo a J.D. Vance como compañero de fórmula ahora que los demócratas rejuvenecen la fórmula quizás sea otro. Y más si candidatean a una mujer. No podemos decir que la campaña recién empieza. Y dejó un tendal en el camino. Pero esto se define en la última milla y lo que vemos es solo el precalentamiento.

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