2 de julio 2007 - 00:00

Doble riesgo

El 29 de enero el gobierno destacaba que ya igualaba a Brasil en riesgo-país. Era un logro, festejado casi como una victoria en un Mundial. Pero el partido se revirtió rápidamente: el país hoy duplica (325) el riesgo brasileño (160). La intervención del INDEC, el desborde del gasto público por las elecciones y ahora la crisis energética hicieron huir rápidamente a inversores que pensaban que la Argentina era tan segura como Brasil en lo financiero. Es altamente improbable que Néstor Kirchner pueda llegar a empatar en cuanto a riesgo-país a Lula en el corto plazo. Por lo pronto, el miércoles se anunciará que la inflación de junio habría sido de 0,5%, la mitad de la real. Así, difícil.

Doble riesgo
Los bonos comienzan julio con pronóstico incierto. Tanto los cupones PBI como los títulos públicos perdieron más de 8% de su valor el mes pasado. El país terminó el mes con el riesgo-país más alto del año, en 325 puntos, de acuerdo con la medición del Embi+ de JP Morgan.

De esta manera, el riesgo de los bonos argentinos pasó a duplicar al de Brasil, que cerró el viernes en 160 puntos (o sea, 1,6% anual por encima de los bonos del Tesoro de los EE.UU.).

Los bonos no reaccionaron siquiera a la baja de la renta de los bonos del Tesoro de Estados Unidos, que ahora está en 5,01%. Dos semanas atrás, se ubicaba en 5,30%. Bonos y cupones locales están encerrados en distintas trampas. Los primeros están frenados por el INDEC, que no mide la inflación real por la que ajustan el capital y, en el caso del cupón, la crisis energética amenaza con afectar el crecimiento de la economía.

  • Semana corta

  • «¿Qué sucede si el INDEC dibuja un crecimiento mayor al real para que el gobierno exhiba buenos índices antes de las elecciones de octubre?», se preguntó un operador. «Porque si midió una inflación menor a la real, bien puede considerar que existe un crecimiento mayor como si la crisis del gas no existiera», agregó.

    Esta semana será muy cortapor el feriado del 4 de julio, Día de la Independencia de Estados Unidos, que interrumpirá el funcionamiento de los mercados desde el mediodía de mañana hasta el jueves. Muchos operadores alargarán el fin de semana y, por lo tanto, hoy habrá menos operaciones de lo habitual.

    A pesar de estas interrupciones, los augurios para los mercados norteamericanos son buenos y tal vez esto incida para cambiar el mal humor sobre los bonos argentinos.

    En esta semana se espera una serie de cifras. Hoy se publicará el índice ISM de actividad en el sector industrial; mañana se difundirán las ventas de automóviles y los pedidos industriales. La semana termina el viernes con las cifras de desempleo en Estados unidos que es el dato que más va a influir en el mercado.

    La semana pasada terminó con buenos datos porque la inflación parece estar más contenida y la confianza del consumidor está en un buen nivel, tal como consignó la Reserva Federal estadounidense en un comunicado.

  • Consumo personal

    En su reporte publicado el viernes, el Departamento de Comercio norteamericano dijo que la medida estructural de su índice de inflación basado en el consumo personal (PCE por sus siglas en inglés) subió 1,9% en mayo comparado con un año atrás, el menor avance anual desde marzo de 2004. Sobre una base mensual, los precios aumentaron 0,5% en mayo, aunque los precios subyacentes subieron sólo 0,1%.

    El reporte también mostró que los consumidores incrementaron el gasto en mayo en 0,5%, el mismo aumento que en abril, mientras que los ingresos subieron 0,4%, una tasa menor a la prevista.

    La incógnita es si todos estos datos positivos beneficiarán a bonos y cupones. Para que esto suceda se espera el retorno de inversores extranjeros, que son los primeros que se fueron cuando la crisis energética comenzó a paralizar a las industrias.

    Lo único que le faltaba a los títulos argentinos está sucediendo: que además del INDEC, su precio dependa de la temperatura para ver si las empresas pueden abastecerse de gas. Los bonos se han convertido en algo tan aleatorio que no resultaría exagerado compararlos con algún billete de lotería.
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