29 de septiembre 2008 - 00:00

Efecto pobreza presiona a granos

Versiones pesimistas calculan que la crisis financiera en Estados Unidos alejará a los inversoresde los commodities agrícolas. Para Morgan Stanley, en cambio, las cotizacionesde soja y maíz crecerían en la próxima temporada.
Versiones pesimistas calculan que la crisis financiera en Estados Unidos alejará a los inversores de los commodities agrícolas. Para Morgan Stanley, en cambio, las cotizaciones de soja y maíz crecerían en la próxima temporada.
El mercado de granos sigue atado en su tendencia a lo que acontece en el plano financiero.Es probable que cuando este último se estabilice, las cotizaciones de cereales vuelvan a concentrarse en los factores que le son propios.

Los traders se debaten en torno al paquete de medidas de salvataje financiero en los Estados Unidos e intentan interpretar si esta megaayuda será inflacionaria o recesiva. Unos creen que se reanudará la entrada de fondos a los mercados de materias primas como un arbitraje de la amenaza inflacionaria y otros creen que la demanda será dañada, con inevitables correcciones en los niveles de demanda mundial.

Los dos factores más destacables a esta altura, dentro de los fundamentos del mercado de cereales, son la amenaza de mal clima (exceso de humedad) en los cultivos de los Estados Unidos, que ya ingresan en su etapa final, y la sequía de la Argentina, tema aún no resuelto, a pesar de las recientes precipitaciones en algunas regiones de Córdoba y Santa Fe.

  • Inflación creciente

  • El primer trimestre del año se caracterizó por un fuerte crecimiento de la inflación mundial. Las materias primas registraban durante este período récords históricos alentados por la extrema debilidad del dólar y la incertidumbre en torno a las hipotecas de baja calidad en los Estados Unidos.

    Las potencias económicas mundiales y también las periféricas comenzaron a generar defensas contra el rutilante crecimiento de los precios de los commodities, a través de mecanismos que limitarían a los fondos de materias primas una participación tan activas, o impuestos a las exportaciones de alimentos, subsidios a determinadas materias primas, etcétera.

    A partir de mediados de julio, y como consecuencia de la firmeza del dólar en las plazas internacionales, comenzó a hablarse más de recesión que de inflación. Los indicadores del nivel de desempleo y la producción industrial de Estados Unidos nos brindan algunos argumentos a esta tendencia.

    Las fuertes pérdidas que recientemente sufrieron las entidades financieras y los inversores han generado un fuerte efecto pobreza que no podrá soslayarse a la hora de confeccionar los próximos balances de oferta y demanda de granos en el mercado internacional, que podrán reflejar una actividad no tan intensa por parte de los principales demandantes mundiales de alimentos, como sí lo venían haciendo en las recientes campañas.

    Aquellos inversores que compraban soja, maíz o trigo en Chicago para cubrirse de los devastadores efectos de la inflación han modificado radicalmente su conducta en las ultimas semanas y han «volado» hacia la calidad. Ahora compran Bonos del Tesoro norteamericano a tasas ridículas o metales preciosos como un vehículo que habilite la protección de sus inversiones. El fenómeno de las últimas semanas estuvo signado por la preocupación de los inversores, que priorizaron el resguardo del capital en detrimento de la generación de rentabilidad.

    China e India dependen directamente del consumo doméstico de los norteamericanos; si ellos no consumen y su tasa de ahorro aumenta, las exportaciones de estas dos naciones decrecerán, lo mismo que su poder de compra.

  • Mayor demanda

    Pero no todos los analistas opinan igual. Desde la perspectiva de los especialistas de Morgan Stanley, las cotizaciones de soja y maíz treparán en Chicago en la próxima campaña 2008/09. Los analistas de esta entidad observan que el crecimiento en los países en vías de desarrollo los lleva a pensar que la demanda por proteína vegetal en el mundo se incrementará en el próximo ciclo agrícola.

    Durante una teleconferencia con el periodismo,los consultores proyectan precios del orden de los u$s 7 por bushel (u$s 275 por tonelada) en maíz y de hasta u$s 15 por bushel (u$s 551 por tonelada) en soja, siendo muy optimistas con la evolución de precios de la oleaginosa, debido a las ya ajustadas existencias finales de los Estados Unidos, que podrían reducirse aún más en caso de no cumplirse el objetivo de 2.690 kilos por hectárea proyectados por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) en su informe mensual más reciente.

    Por su parte, el área a cultivar con maíz en los Estados Unidos en el ciclo 2009/10 deberá incrementarse en al menos 800 mil hectáreas, para prevenir que los stocks finales de ese país caigan por debajo de los mínimos de los últimos 10 años, algo difícil de lograr dados los elevados costos de implantación que este cultivo requiere.
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