Efecto pobreza presiona a granos
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Versiones pesimistas calculan que la crisis financiera en Estados Unidos alejará a los inversores
de los commodities agrícolas. Para Morgan Stanley, en cambio, las cotizaciones
de soja y maíz crecerían en la próxima temporada.
Las potencias económicas mundiales y también las periféricas comenzaron a generar defensas contra el rutilante crecimiento de los precios de los commodities, a través de mecanismos que limitarían a los fondos de materias primas una participación tan activas, o impuestos a las exportaciones de alimentos, subsidios a determinadas materias primas, etcétera.
A partir de mediados de julio, y como consecuencia de la firmeza del dólar en las plazas internacionales, comenzó a hablarse más de recesión que de inflación. Los indicadores del nivel de desempleo y la producción industrial de Estados Unidos nos brindan algunos argumentos a esta tendencia.
Las fuertes pérdidas que recientemente sufrieron las entidades financieras y los inversores han generado un fuerte efecto pobreza que no podrá soslayarse a la hora de confeccionar los próximos balances de oferta y demanda de granos en el mercado internacional, que podrán reflejar una actividad no tan intensa por parte de los principales demandantes mundiales de alimentos, como sí lo venían haciendo en las recientes campañas.
Aquellos inversores que compraban soja, maíz o trigo en Chicago para cubrirse de los devastadores efectos de la inflación han modificado radicalmente su conducta en las ultimas semanas y han «volado» hacia la calidad. Ahora compran Bonos del Tesoro norteamericano a tasas ridículas o metales preciosos como un vehículo que habilite la protección de sus inversiones. El fenómeno de las últimas semanas estuvo signado por la preocupación de los inversores, que priorizaron el resguardo del capital en detrimento de la generación de rentabilidad.
China e India dependen directamente del consumo doméstico de los norteamericanos; si ellos no consumen y su tasa de ahorro aumenta, las exportaciones de estas dos naciones decrecerán, lo mismo que su poder de compra.
Pero no todos los analistas opinan igual. Desde la perspectiva de los especialistas de Morgan Stanley, las cotizaciones de soja y maíz treparán en Chicago en la próxima campaña 2008/09. Los analistas de esta entidad observan que el crecimiento en los países en vías de desarrollo los lleva a pensar que la demanda por proteína vegetal en el mundo se incrementará en el próximo ciclo agrícola.
Durante una teleconferencia con el periodismo,los consultores proyectan precios del orden de los u$s 7 por bushel (u$s 275 por tonelada) en maíz y de hasta u$s 15 por bushel (u$s 551 por tonelada) en soja, siendo muy optimistas con la evolución de precios de la oleaginosa, debido a las ya ajustadas existencias finales de los Estados Unidos, que podrían reducirse aún más en caso de no cumplirse el objetivo de 2.690 kilos por hectárea proyectados por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) en su informe mensual más reciente.
Por su parte, el área a cultivar con maíz en los Estados Unidos en el ciclo 2009/10 deberá incrementarse en al menos 800 mil hectáreas, para prevenir que los stocks finales de ese país caigan por debajo de los mínimos de los últimos 10 años, algo difícil de lograr dados los elevados costos de implantación que este cultivo requiere.
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