El mercado se adelantó una vez más. Ejecutivos de la entidad financiera francesa Natixis estuvieron en Nueva York la semana pasada tanteando la aceptación que tendrían u$s 660 millones en bonos argentinos. Se trata de los papeles a emitir por el gobierno en pago por las obras iniciales y otros gastos del tren bala a Rosario y Córdoba. Natixis es el que en teoría debe proveer el financiamiento.
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Obviamente, habida cuenta de la difícil situación doméstica a lo que se suma el de por sí complejo panorama internacional, hay cero interés en Wall Street para comprar activos argentinos. Pero, atentos, hubo operadores que se adelantaron y compraron los CDS o seguros contra default de la Argentina. Es que Natixis se verá obligado a recurrir a este instrumento para garantizarse el cumplimiento de pago de la deuda local.
Fuentes de la plaza financiera destacaron a este diario ayer que «hubo mayor demanda de CDS argentinos, no sólo por cuanto está sucediendo con el conflicto con el campo, sino también por la operación financiera de Natixis». Lo preocupante es que un seguro contra default del país ya está de por sí elevado. Quien quiere cubrirse de ese siniestro por un millón de dólares en bonos a un año debe pagar 5,8% (580 puntos) o u$s 58.000. También debe destacarse que a más de 12 meses, el precio de ese seguro se dispara: llega a 654 puntos a tres años, y 755 puntos a cinco años. De aquí surge que, para el mercado financiero, sobre la base de estas cotizaciones y al «recovery value» o «valor de recupero», se le asigna una probabilidad mayor que 50% a un nuevo incumplimiento en el pago de la deuda local. Mal panorama precisamente para el Bicentenario a juzgar por estas expectativas.
Natixis no puede escapar a la crisis financiera internacional a la crisis financiera internacional. Ayer clausuró a 6,67 euros con una caída de 3,6%. Se desplomó 65% en un año.
Inicialmente, era el Société Générale la entidad que iba a financiar el tren -los funcionarios lo llaman «TAVE» por Tren de Alta Velocidad dado que tienen prohibida la palabra «bala»-. Pero el Société desistió a último momento. Señalan que fue un hecho casual, pero ocurrió tras las pérdidas de 4.900 millones de euros que le reportó el fraude a del operador Jerome Kerviel. Allí de urgencia entró en escena Natixis. Este último,en marzo, se vio obligado a anunciar un profundo ajuste de costos dado que experimentó una caída de 55% en los ingresos netos del primer trimestre para sus divisiones de Banca de Inversión y Empresas. Pareciera que operara cierta maldición sobre el financista del tren bala.
Por otro lado, no convence a inversores el hecho de que la Argentina tenga fondos suficientes para afrontar todos los vencimientos de deuda que operan este año. Es que miran más allá, con especial énfasis en lo que puede suceder en 2009 y 2010. Temas como el Club de París y la reapertura de un canje de deuda a los bonistas que rechazaronla oferta de reestructuración en 2005 quedaron definitivamente archivados. En ese contexto, la posibilidad de obtener créditos por u$s 7.000 millones en los mercados como son los que se necesitan sólo el año próximo se esfuma, más con una cautela generalizada en los principales centros financieros del exterior.
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