5 de marzo 2021 - 00:00

El FMI y el esquema Ponzi

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Gentileza: Ajel News

La apertura de sesiones ordinarias del Congreso dejó como principal elemento político y económico la apertura de una querella criminal por administración fraudulenta y malversación de caudales contra los autores del préstamo del FMI a la Argentina en 2018. Esto ha llevado a numerosos debates de economistas, entre los cuales varios exfuncionarios que podrían verse involucrados como presuntos autores, que trataron de responder la pregunta clave: “¿Qué se hizo con los u$s44.000 millones prestados por el FMI?”.

Mientras para algunos, este dinero fue a financiar la fuga de capitales en Argentina, para otros la suma fue a pagar intereses de la deuda externa heredada del Gobierno de CFK. Retomemos este argumento como si fuera cierto y apliquémoslo a una empresa: si se toma un préstamo del valor de 10% de la facturación anual de la empresa para pagar intereses de una deuda anterior, podríamos estar hablando de un esquema Ponzi tal como lo conceptualizó Hyman Minsky. En su perspectiva, si una empresa no logra pagar los intereses de la deuda con su flujo de caja entonces estamos en un escenario de inestabilidad financiera.

En un interesante capítulo del libro “El imperio de las finanzas”, Pablo Chena y Emilia Buccella reinterpretan los ciclos de inestabilidad financiera de Minsky a fines macroeconómicos y utilizan los resultados de la balanza de pagos como indicadores de la solvencia de una economía. Encuentran que el déficit de la balanza comercial entre 2016 y 2018 producto de la apertura comercial y el proceso de compra de dólares de parte de los argentinos se fue financiando con deuda externa pública y privada, pero también con un proceso especulativa de carry trade.

Cuando se cerraron los mercados financieros internacionales en 2018, el sector externo era principalmente deficitario por la cantidad de intereses de la deuda a pagar y la fuga de capitales. Es entonces cuando el préstamo del FMI aparece como la solución a los problemas de solvencia del Gobierno: se tomó deuda para pagar los intereses de la deuda y la fuga de capitales, constituyendo un esquema de inestabilidad financiera en los términos de Minsky que no tenía posibilidad de escapar de una crisis de magnitud como la que tuvimos en 2019.

En cuanto al argumento del pago de la supuesta deuda del Gobierno de CFK, los datos contables de la deuda son ciertos pero el sentido económico es muy distinto. En la práctica, el Gobierno de Macri transformó deuda intraestatal en deuda con el sector privado, con las ganancias que esto significa para el sector financiero local. Si lo llevamos a términos de una empresa, es como si se convirtieran deudas entre empresas de un mismo holding en préstamos con el sector financiero: nos damos cuenta perfectamente que, visto en su conjunto, para el holding la primera situación es que se cancelan los préstamos y las deudas entre sus empresas quedando un saldo neutro, mientras que, en la segunda situación, la deuda tiene implicancias económicas relevantes.

Con lo cual la respuesta a la pregunta “¿qué se hicieron con los u$s44.000 millones de dólares del préstamo del FMI?”, es que una parte de esa deuda fue a pagar unos intereses de la deuda impagable y que terminó defaulteando el propio Gobierno de Macri, pero una gran parte se fugó, tal como lo muestra el informe del BCRA “Mercado de cambios, deuda y formación de activos externos” de mayo de 2020. De ese razonamiento se deduce que era obligación del Gobierno de denunciar esas maniobras.

Coordinador del Departamento de Economía Política del Centro Cultural de la Cooperación

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