2 de marzo 2021 - 00:00

¿Por qué recién ahora se investiga el fraude de la deuda con el FMI?

“Pongamos fin a las aventuras de hipotecar al país, es necesario que endeudarse no sea gratis y que los responsables rindan cuentas de sus actos y dejen de circular impunes dando clases de economía en el país y en el mundo”. Esa frase del presidente Fernández fue la antesala para el anuncio de que iniciará una “querella criminal tendiente a determinar quiénes han sido los autores y partícipes de la mayor administración fraudulenta y de la mayor malversación de caudales que nuestra memoria registra”. ¿Por qué Alberto Fernández toma esa iniciativa a más de un año de comenzada su gestión? Las razones son múltiples.

Por un lado, los vencimientos de la deuda con el FMI comienzan a caer en el presente año. En ese sentido, no valía la pena adelantar un conflicto con implicancias dentro del organismo internacional, con quien se tendió inicialmente una alianza cuando se negociaba la reestructuración con los acreedores privados. Dividir a los acreedores y negociar por separado con ellos, es una táctica conveniente a la hora de reestructurar sus deudas.

Desde una perspectiva política, la iniciativa pone al desnudo la macrocorrupción de la gestión Macri, en un contexto donde los dirigentes de Cambiemos venden honestismo ante el escándalo de las vacunas vip. Volver a poner en agenda el megaendeudamiento heredado sirve también para descargar (con justa razón) en la gestión anterior, una porción de la grave situación económica que atraviesa gran parte de la población.

Por otro lado, la experiencia de la exitosa negociación con los acreedores privados mostró que ello no era relevante para modificar las condiciones macroeconómicas argentinas. Es más, el acuerdo fue recibido por el mercado con una corrida cambiaria que elevó las cotizaciones paralelas, golpeando las reservas y generando incertidumbre sobre el futuro del dólar. Ello debilitó el peso del los economistas que priorizan un acuerdo con el FMI por sobre un programa económico expansivo. Mucho más luego del estrago económico generado por la pandemia y la necesidad de remontarlo en un año electoral.

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