Una rueda de otro mes, casi de otro año, irrumpió en la semana navideña dejando tan regios como inesperados regalos al pie del arbolito bursátil. Podría darse como palanca para el gran salto que se haya ratificado la fecha que estaba tan en duda, acerca del lanzamiento del canje de bonos para el 17 de enero. No faltó el ingenioso que lo adjudicara a que «Menem anunció que vuelve», pero se generó una fuerte corriente de demanda, yendo con alto impacto -por imperio de la liquidez necesaria para poder hacer base- sobre la trilogía clásica que todo lo define dentro del Merval. Así, el índice derribó los 1.300 puntos, para concluir en 1307, mientras Galicia subía 4,8%, Acíndar más de 6% y Petrobras, sobre 3 por ciento.
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Lo que excedió toda imaginación fue el total acumulado en la jornada, cuando se venía de una larga fila de jornadas que originaban los $ 55 millones solamente. En la víspera, hubo para acciones $ 90 millones de efectivo, con $ 11 millones para certificados. Y la presión sobre plazas, que no estaban con oferta disponible en cantidad, originaron un Merval dispersando casi 4% de incremento. Renault se anotó como figura porcentual, 15% casi, con APSA rozando 9% y con sólo 7 títulos en retroceso. Una frontera dentro del mes, nada que ver con lo que venía, una Bolsa que se disfrazó de «Papá Noel».
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