Tal vez el nombre de Eduardo Saverin no sea tan conocido, no obstante si se recordara que tiene mucho que ver con la existencia de Facebook, quizás sería un poco más claro de quién se trata. La historia entre Mark Zuckerberg, Saverin y Facebook tiene muchos matices. Algunos de ellos se han aclarado y otros han sido dejados en el olvido.
La historia detrás de Facebook: amistades, negocios y enfrentamientos
La historia del gigante tecnológico que fue película. Eduardo Saverin, Mark Zuckerberg, los "ahorros de una vida" y las diferencias.
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Mark Zuckerberg: un largo recorrido desde los inicios de la red social con Saverin, hasta el presente de Meta.
Saverin nació el 19 de marzo de 1982 en Sao Paulo (Brasil). Hijo de un empresario rumano y de una importante psicóloga. Llegó junto con sus padres a Estados Unidos en 1992, cuando tenía 10 años, lo que permitió que recibiera educación en un colegio privado de Miami (Florida). Más adelante, entró en la prestigiosa Universidad de Harvard. Durante su carrera participó en el Phoenix S.K. Club y presidió la Harvard Investment Association. En 2006 obtuvo el grado de Bachelor of Arts en Economía.
Zuckerberg y Saverin se conocieron durante el primer año de estudios en Harvard. El interés de ambos por el mundo informático se tornó rápidamente en una buena amistad y con una idea de los dos, junto con otros tres compañeros, Andrew McCollum, Dustin Moskovitz y Chris Hughes, fundaron TheFacebook.com (actualmente bajo el nombre comercial de Meta).
En sus comienzos Facebook estaba dirigida a personas que contaran con dirección de correo electrónico de Harvard. Admitía que los participantes crearan un perfil y se conectaran con otros para compartir intereses e intercambiar información selecta de la vida en el campus.
La idea no tardó en convertirse en una oportunidad de negocio. Y es en este punto es donde la participación de Saverin se transforma en algo relevante. Le dio un voto de confianza a su amigo Mark al convertirse en uno de los primeros inversores del proyecto.
Primero, siendo solo un estudiante, invirtió u$s15.000 para pagar los servidores de thefacebook.com. Posteriormente, tras vender su participación en Xanga por u$s20 millones, Saverin invirtió u$s2 millones en Facebook. También ayudó a la empresa a conseguir dinero de otros inversores. Los convencía de que la red social tendría éxito seguro cuando consiguiera más usuarios que MySpace (que en aquel momento tenía más de 100 millones de usuarios activos).
Saverin y Zuckerber: los "ahorros de una vida" y las diferencias
Según Saverin, invirtió los “ahorros de toda su vida” en Facebook. Ese dinero equivalía a casi un 35% de las acciones (el 65% restantes eran de Zuckerberg).
La idea era que Saverin se ocupara de la financiación de todo lo que se necesitara y sería el gerente de Negocios de la empresa. Desde la creación de TheFacebook en 2004 hasta el año 2005 todo marchó bien hasta que empezaron las diferencias.
Sean Parker (cofundador de Napster) observó el potencial económico de la plataforma y quiso entrar en el juego como inversor. Contactó a Zuckerberg y a Saverin para ofrecerles un buen capital. También les planteó hacer cambios en la compañía para comenzar a convertirla en rentable.
Parker planteó la mudanza de la sede a Silicon Valley -California- por ser un lugar más conveniente para hacer crecer el patrimonio, Saverin no estuvo de acuerdo con muchas de las propuestas y se marchó a New York. El objetivo era buscar anunciantes para The Facebook y poder dedicarse a sus propios negocios.
Durante esa separación, Sean Parker y Peter Thiel (cofundador de PayPal) entraron como inversores. Zuckerberg redujo unilateralmente el margen de participación de Saverin: primero del 30% al 10%, luego lo dejarían solo con el 0,03% y sin mención alguna como cofundador de la empresa. Obviamente, ya no se necesitaba su participación en absoluto. Lamentablemente cuando Saverin se enteró de lo que estaba pasando comenzó una batalla legal.
Cómo hizo Zuckerberg para que Saverin pierda acciones
El motivo legal que permitió a Zuckerberg rebajar la participación de Saverin en la empresa fue la decisión que tomó el fundador de Facebook de aumentar el número de acciones, lo cual significaba que su socio perdería su porcentaje de la compañía.
Esta decisión fue legalmente viable, ya que Saverin había firmado contratos con Zuckerberg que otorgaban a este último derechos de diluir esa participación si se emitían nuevas acciones.
La reducción en la participación de Saverin se debió principalmente a una estrategia legal utilizada por Zuckerberg, que fue un acuerdo de acciones preferenciales para reducir la participación de Saverin en la empresa.
Con el acuerdo de acciones preferenciales, Zuckerberg le dio a Saverin una gran cantidad de estas acciones (que no dan derecho a voto, pero que ofrecen una mayor participación en los beneficios). Sin embargo, el acuerdo también estipulaba que si Saverin vendía sus acciones o si éstas eran dadas a otra persona, entonces sus derechos se verían reducidos. Esto significaba que cualquier intento de Saverin de vender sus acciones o diluir su participación resultaría en una reducción en sus intereses.
En última instancia, el acuerdo de acciones preferenciales fue una herramienta legal utilizada por Zuckerberg para reducir la participación de Saverin en la empresa. Esta estrategia legal le permitió al primero mantener el control de la empresa asegurándose de que Saverin no pudiera tomar decisiones importantes sin su consentimiento, lo cual fue la clave para que pudiera reducirle su participación sin que éste pudiera presentar ninguna objeción legalmente viable.
Comenzado el litigio, entre otras acusaciones, Saverin afirmó que Zuckerberg habría utilizado dinero que él aportó como capital para su uso personal. A su vez, su contraparte afirmó que “se suponía que Eduardo debía organizar la empresa, conseguir financiación y crear un modelo de negocio. Pero fracasó en las tres cosas”.
Finalmente, el caso se resolvió. Saverin recuperó el derecho de volver a ser reconocido como cofundador de la empresa. Además, se le devolvió parte de su participación hasta el 7%. Esa suma es muy poco en comparación con su participación inicial pero, teniendo en cuenta el valor actual de la empresa, se puede decir que ha sido providencial el no perderlo todo.
Aparte del convenio económico, Eduardo Saverín tuvo que firmar un contrato de confidencialidad. Además, tiene el compromiso de no volver a demandar a Facebook en el futuro.
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