El nivel de la recaudación impositiva en términos del PBI,
que representa la presión tributaria en una economía, alcanzó
en 2005 un récord histórico, con 27% del Producto.
El nivel de la recaudación en términos del PBI, que representa la presión impositiva en una economía, alcanzó en 2005 un récord histórico al trepar a 27%.
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Según un estudio de los economistas Sebastián Auguste y Cynthia Moskovits de FIEL, el año pasado los tributos nacionales y provinciales tuvieron un incremento de 6 puntos con respecto al promedio de la década del 90, y de 10 puntos en comparación con la presión en los 70 y 80. Además, el trabajo concluye que las empresas formales soportan una presión tributaria de más del doble que las informales.
«El incremento de la recaudación de casi 6 puntos del PBI entre 2005 y 2001 se explica por cuatro tributos (que concentran 97% del incremento recaudatorio)», afirman los analistas.
De acuerdo con el trabajo, «25% está explicado por el incremento en Ganancias, en buena medida debido a la ausencia del ajuste por inflación. Ello implica a personas con el mismo salario real que a inicios de la década hayan pasado de categoría y paguen una alícuota efectiva mayor aún cuando estén igual o peor, en términos de bienestar preimpuesto; y empresas con iguales ganancias reales paguen, simplemente, por el aumento de precios».
Mientras que «39% proviene de las retenciones a las exportaciones; 12% por el impuesto al cheque y 21% por el IVA, en gran parte debido a la recuperación de la economía».
A continuación, otros de los puntos relevantes del estudio de FIEL:
La Argentina de 2005 se aleja sustantivamente de los niveles de presión tributaria que el correspondiente a su nivel de desarrollo (PBI per cápita). La elevada presión tributaria afecta en forma diferencial a las empresas formales e informales que operan en la economía. . En 2004, la presión tributaria nacional y provincial bruta sobre el sector de negocios fue 29,7%, pero ascendería a 37,8% si todas las empresas fueran formales.
Una empresa formal tiene una presión tributaria de más del doble que la presión que soporta una empresa informal. O sea, el gobierno se lleva casi 40% del valor agregado que estas empresas generan.
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