29 de septiembre 2008 - 00:00

Más clientelismo en créditos para viviendas del Nación

Quizá se termine extrañando el Plan Inquilinos, aquel que lanzó Guillermo Moreno prometiendo viviendas a quienes alquilan. Fue sólo una ilusión. Pero hoy se volverá a buscar remediar la escasez de créditos hipotecarios. Se anunciarán préstamos del Banco Nación a tasas subsidiadas. Lo preocupante es que la lista de beneficiarios no será seleccionada por esa entidad oficial, sino que los gremios presentarán a los candidatos. Gobiernos provinciales también harán llegar sus listas de interesados. A poco más de un año para las elecciones legislativas, esta medida será otra faceta de clientelismo. Aquel Plan Inquilinos fue sólo una ilusión. Este, a punto de anunciarse, derivaría en algo recurrente de la historia económica doméstica, como el dar préstamos por simple cercanía política.

Julio De Vido
Julio De Vido
Cristina de Kirchner lanzaráhoy un plan de viviendaspara la clase media. El programa consiste en financiar la construcción de unidades nuevas, por un monto de hasta $ 210.000. Según cálculos del gobierno, estarán en condiciones de acceder a estos créditos subsidiados 1.800.000 familias que deben reunir como condiciones ser trabajadores formales con ingresos familiares que van de $ 3.500 a $ 7.800 mensuales.

El gobierno intenta con esto paliar una realidad: para la mayoría de los argentinos, los créditos hipotecarios son inaccesibles por el desajuste de la relación entre las cuotas y los ingresos. Pero si se analiza el plan en detalle, se ve que lejos está ello de solucionarse.

Por la tarde, se hará el anuncio oficial en el Banco Nación, con la presencia de la primera mandataria. El programa se llamará Casa Propia. La iniciativa fue elaborada en el Ministerio de Planificación de Julio De Vido; la Secretaría de Obras Públicas, a cargo de José López; y la Subsecretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda, cuyo titular es Luis Bontempo; junto con Mercedes Marcó del Pont, presidente del Banco Nación. Sugestivamente, también colaboraron la Confederación General del Trabajo (CGT), la Central de los Trabajadores Argentinos (CTA), las provincias y la Ciudad de Buenos Aires.

Así, luego del poco exitoso Plan Inquilinos del año pasado, ahora el Banco Nación dará créditos de hasta 20 años con una tasa subsidiada por el Estado. Los beneficiarios deberán demostrar un ingreso familiar que va de $ 3.500 a $ 7.800 mensuales. El subsidio de tasas apunta a que la cuota del préstamono comprometa más de 30% de los ingresos de los deudores. Los subsidios serán variables en función de los niveles de ingresos del grupo familiar y serán mayores para los sectores de menores ingresos.

Como la tasa de los créditos será variable, las familias se harán cargo de una parte de los intereses, y cuando la porción de la cuota supere 30% del ingreso familiar, será subsidiada por un fondo estatal. Este fondo se constituirá con 50% del recupero de las viviendas construidas por el Estado a partir de 2003. Si el monto resultante no fuera suficiente, está previsto completarlo con recursos provenientes del Presupuesto nacional.

  • Aspirantes

    Al plan podrán acceder aquellos que quieran obtener su primera vivienda. Serán los gremios los que proveerán la lista de los aspirantes a obtener el préstamo. Los sindicatos y las provincias también aportarán terrenos y, según afirman, la iniciativa ya cuenta con 8.000 lotes. El gobierno invitará tanto a la banca nacional como extranjera a adherirse al programa.

    A modo de ejemplo, para un grupo familiar cuyo ingreso mensual sea de $ 3.500 -el mínimo para ingresar al programa-, la cuota máxima de 30% equivale a $ 1.050. Con las tasas acuntuales, la cuota sería del orden de $ 2.600. Así, el fondo se hará cargo de unos $ 1.550, es decir que más de 60% de la cuota será subsidiada. De esta manera, los subsidios se reducen a medida que aumenta el ingreso familiar.

    Se estima que frente a una tasa para los créditos hipotecarios del orden de 14% anual en promedio, el programa daría como resultado que los deudores tendrían que afrontar una tasa de interés cercana a 7% anual y el resto sería subsidiado por el Estado.

    El programa está destinado a viviendas nuevas y no a la financiación de la compra de unidades usadas o refacciones. Las empresas constructoras serán convocadas por el Banco Nación, entidad que las calificará y a la que deberán demostrar solvencia patrimonial como para endeudarse y llevar adelante los proyectos de construcción.

    Cada proyecto deberá ser ejecutado por las constructoras en tiempo máximo de 300 días, límite que se establece para acelerar la realización de estos trabajos. Además, se requerirá a las empresas entregas parciales. «Si una empresa quisiera construir dos edificios de 10 pisos, se le solicitará que el primer edificio se encuentre terminado en los 5 o 6 primeros meses y el segundo en el plazo máximo de 10 meses», según señaló a modo de ejemplo una fuente oficial.

    Dado que se diseñó un cupo de financiamiento por provincia, en caso de no ser suficiente la cantidad de interesados que propongan los sindicatos, se abre la posibilidad de que sean las provincias las que propongan candidatos.

    Quienes quieran participar del programa deberán contar con un ahorro mínimo equivalente a 10% de la vivienda. Las provincias aportarán -a fondo perdido- otro 10%. El monto máximo a prestar se establece en $ 210.000 para una vivienda de 70 m2, lo que implica hasta un valor del orden u$s 1.000 por m2 de construcción.

    Las provincias convocarán a una compulsa de precios para que las constructoras hagan sus ofertas, y el Banco Nación será el encargado de aprobar estas licitaciones.

    Los gobiernos provinciales ya acercaron al Ministerio de Planificación un listado de aproximadamente 8.000 terrenos con localizaciones en todo el país. En el caso particular de la Ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri ya anticipó la posibilidad de construir alrededor de 400 viviendas en el marco de esta iniciativa.

    L.F.
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