Más clientelismo en créditos para viviendas del Nación
Quizá se termine extrañando el Plan Inquilinos, aquel que lanzó Guillermo Moreno prometiendo viviendas a quienes alquilan. Fue sólo una ilusión. Pero hoy se volverá a buscar remediar la escasez de créditos hipotecarios. Se anunciarán préstamos del Banco Nación a tasas subsidiadas. Lo preocupante es que la lista de beneficiarios no será seleccionada por esa entidad oficial, sino que los gremios presentarán a los candidatos. Gobiernos provinciales también harán llegar sus listas de interesados. A poco más de un año para las elecciones legislativas, esta medida será otra faceta de clientelismo. Aquel Plan Inquilinos fue sólo una ilusión. Este, a punto de anunciarse, derivaría en algo recurrente de la historia económica doméstica, como el dar préstamos por simple cercanía política.
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Julio De Vido
Al plan podrán acceder aquellos que quieran obtener su primera vivienda. Serán los gremios los que proveerán la lista de los aspirantes a obtener el préstamo. Los sindicatos y las provincias también aportarán terrenos y, según afirman, la iniciativa ya cuenta con 8.000 lotes. El gobierno invitará tanto a la banca nacional como extranjera a adherirse al programa.
A modo de ejemplo, para un grupo familiar cuyo ingreso mensual sea de $ 3.500 -el mínimo para ingresar al programa-, la cuota máxima de 30% equivale a $ 1.050. Con las tasas acuntuales, la cuota sería del orden de $ 2.600. Así, el fondo se hará cargo de unos $ 1.550, es decir que más de 60% de la cuota será subsidiada. De esta manera, los subsidios se reducen a medida que aumenta el ingreso familiar.
Se estima que frente a una tasa para los créditos hipotecarios del orden de 14% anual en promedio, el programa daría como resultado que los deudores tendrían que afrontar una tasa de interés cercana a 7% anual y el resto sería subsidiado por el Estado.
El programa está destinado a viviendas nuevas y no a la financiación de la compra de unidades usadas o refacciones. Las empresas constructoras serán convocadas por el Banco Nación, entidad que las calificará y a la que deberán demostrar solvencia patrimonial como para endeudarse y llevar adelante los proyectos de construcción.
Cada proyecto deberá ser ejecutado por las constructoras en tiempo máximo de 300 días, límite que se establece para acelerar la realización de estos trabajos. Además, se requerirá a las empresas entregas parciales. «Si una empresa quisiera construir dos edificios de 10 pisos, se le solicitará que el primer edificio se encuentre terminado en los 5 o 6 primeros meses y el segundo en el plazo máximo de 10 meses», según señaló a modo de ejemplo una fuente oficial.
Dado que se diseñó un cupo de financiamiento por provincia, en caso de no ser suficiente la cantidad de interesados que propongan los sindicatos, se abre la posibilidad de que sean las provincias las que propongan candidatos.
Quienes quieran participar del programa deberán contar con un ahorro mínimo equivalente a 10% de la vivienda. Las provincias aportarán -a fondo perdido- otro 10%. El monto máximo a prestar se establece en $ 210.000 para una vivienda de 70 m2, lo que implica hasta un valor del orden u$s 1.000 por m2 de construcción.
Las provincias convocarán a una compulsa de precios para que las constructoras hagan sus ofertas, y el Banco Nación será el encargado de aprobar estas licitaciones.
Los gobiernos provinciales ya acercaron al Ministerio de Planificación un listado de aproximadamente 8.000 terrenos con localizaciones en todo el país. En el caso particular de la Ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri ya anticipó la posibilidad de construir alrededor de 400 viviendas en el marco de esta iniciativa.
L.F.
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