El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, está considerando seriamente la posibilidad de destituir al presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, según revelaron funcionarios de la Casa Blanca. La decisión fue discutida durante una reunión con legisladores republicanos del Congreso anoche, lo que derivó en el aumento de la preocupación en los mercados financieros.
Más presión a la Fed por las tasas: según la Casa Blanca, Donald Trump podría despedir pronto a Jerome Powell
Los mercados financieros reaccionaron de manera negativa ante la posibilidad de un cambio en la presidencia del banco central estadounidense.
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Trump no quiere esperar a que venza el mandato de Powell.
En un encuentro con aproximadamente una docena de asistentes, el jefe de Estado les mostró un borrador de una carta de despido dirigida hacia Powell, y les consultó sobre si creen que debería hacerlo, indicando que probablemente lo haría, según dos personas informadas sobre la reunión.
Los legisladores republicanos manifestaron su respaldo a la medida, aunque reconocieron que una decisión de esa magnitud podría generar turbulencias en Wall Street y desencadenar una importante batalla legal, según reconstruyó la prensa norteamericana. De todas maneras, Trump aún no habría tomado una decisión final.
La danza de nombres
Kevin Hassett, el actual director del Consejo Económico Nacional y colaborador cercano de Trump, es quien pica en punta para reemplazar a Powell, cuyo mandato vence el próximo año y aún no confirmó si buscará renovar su periodo a cargo del banco central norteamericano.
Dentro de la nómina de candidatos también aparecen el ex miembro de la Junta de Gobernadores de la Fed, Kevin Warsh, y el propio secretario del Tesoro, Scott Bessent.
Sin embargo, el consultor del Banco Mundial y director jefe de TKA Analytica, Tamón Takahashi, comentó a este medio que “a quien sea que pongan en la Fed, siempre va a llegar con la etiqueta de ser el que fue puesto por Trump”.
El aumento de la inflación
El economista planteó a Ámbito que “los bancos centrales no deben de atender a criterios políticos para tomar sus decisiones, sino que deben de responder a cómo está trabajando la economía y los mercados, y con base a eso tomar sus decisiones para cumplir su mandato, que no es otro que mantener la inflación lo más baja posible”.
Se trata de una situación delicada tras haberse conocido el mal dato de inflación minorista que se publicó ayer, que subió un 2,7% anual, más de lo esperado por la política arancelaria de Trump.
"En este contexto es mucho más difícil, sino imposible, para la Fed en pensar en reducir las tasas de interés", opinó Takahashi, que agregó que “todo lo que sea alterar ese mandato, afecta a la población, porque eso implica mayor inflación, precios más altos y todo lo que viene con ello”.
De mera similar, el equipo de advisory del bróker Puente explicó a este medio que "es probable que la Fed mantenga su postura de cautela en términos de política monetaria, pese a las exigencias del mandatario republicano sobre la 'necesidad' de recortar el elevado costo del financiamiento". Por ese motivo, prevén que la entidad deje sin cambios la tasa de interés en el rango actual de 4,25%- 4,50% en su reunión de finales de mes.
La pérdida de credibilidad
Por su parte, desde Portfolio Personal Inversores (PPI) argumentaron que “aunque en los papeles la Reserva Federal funciona como un organismo autónomo, lo cierto es que su independencia opera dentro de los límites políticos del momento".
El broker explicó que "la historia muestra que incluso bancos centrales con sólidos resguardos legales han sido objeto de presión, y que esa presión, aun cuando no se traduzca en una baja de tasas, puede erosionar la credibilidad de la institución".
En ese sentido, agregaron que esa pérdida de confianza "suele estar asociada a un aumento en las expectativas de inflación, lo que termina generando un efecto económico real". Y consideraron que "en ese contexto, más que un cambio normativo, lo que preocupa es el corrimiento de los límites informales que históricamente protegieron a la Fed de la coyuntura política".
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