19 de febrero 2008 - 00:00

Merkel viene a la región, pero elude la Argentina

Angela Merkel
Angela Merkel
Angela Merkel se sumará en mayo al club de los presidentes y jefes de Estado del mundo que eligieron en los últimos cinco años eludir Buenos Aires cuando realizan giras por la región. La canciller alemana anunció ayer que ese mes volará a Lima para participar de la próxima Cumbre Unión Europea-Latinoamérica, y que aprovechará ese viaje para visitar Brasil, México y Colombia; «los países más importantes de la región», según su propia definición.

Merkel recordó que la visita a estas naciones era «una cuenta pendiente» desde que asumió el poder en 2005, y que ponía grandes expectativas en la gira.

Con esta decisión, como mínimo, la alemana no aceptó la invitación personal que Cristina de Kirchner le extendió en setiembre del año pasado, durante la gira preelectoral que la entonces candidata oficialista hizo por algunos Estados europeos bajo el patrocinio de empresas de ese origen. En Berlín, Merkel recibió durante unos 35 minutos a la ex senadora, hablaron del rol de la mujer en el mundo moderno (la visitante) y sobre la necesidad de pagarle lo más rápido posible al Club de París (la anfitriona), y la argentina ofreció Buenos Aires como uno de los destinos de una eventual gira de la canciller por la región. Antes había visitado plantas de Volkswagen y Siemens.

Sin embargo, ayer se confirmó que los intereses comerciales y culturales de Merkel no tienen a la Argentina, al menos por ahora, como meta; a diferencia de lo que sí sucedería con Chile y Colombia. Distinto es el caso de México y Brasil, los dos Estados latinoamericanos que mayor volumen de comercio y relaciones bilaterales tienen con Alemania.

El dato de que un jefe de gobierno de alguno de los países más importantes del mundo no quiera venir a la Argentina no es nuevo. La misma decisión adoptaron sucesivamente todos los líderes internacionales que visitaron Sudamérica desde que Néstor Kirchner es presidente. Cerca de la Argentina estuvieron, por ejemplo, el ruso Vladimir Putin (noviembre de 2004) y el francés Jaques Chirac (mayo de 2006), que visitaron Brasil y Chile.

También George W. Bush, que en noviembre de 2005 estuvo en Mar del Plata para la cumbre de presidentes americanos, pero luego descartó al país para su gira por Brasil, Uruguay, Colombia y Chile de marzo de 2007. Siguiendo esta línea, la secretaria de Estado Condoleezza Rice viajó varias veces a la región ( especialmente a Colombia), pero en abril de 2005, febrero de 2006 y marzo de 2007 visitó Chile, Brasil, Uruguay y hasta Paraguay, pero evitó Buenos Aires.

Tampoco parecen elegir la Argentina otros jefes de Estado de países con menor peso, como el portugués Aníbal Cavaco Silva, que en noviembre de 2007 recorrió durante 10 días Uruguay, Brasil y Chile. Más clara fue la decisión de la presidente de Finlandia, Tarja Halonen, que voló a Brasil y Uruguay, en este caso para bendecir en junio de 2007 la construcción de la pastera de Botnia, lo que convirtió en impensable su llegada al país.

Obviamente, Brasil es el gran imán de la región, tanto que consiguió que dos líderes mundiales viajaran a la zona sólo para ver a Luiz Inácio Lula da Silva. Por ejemplo, en mayo de 2007 el papa Benedicto XVI (Joseph Ratzinger) visitó San Pablo, y Nicolas Sarkozy vio al brasileño en la frontera de la Guayana Francesa, en un viaje durante el cual el europeo relanzó la relación bilateral y mantuvo un fin de semana de romance con Carla Bruni.

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