El apoyo de todas las zonas productivas del país que tuvo Javier Milei para derrotar a Sergio Massa en el balotaje fue fundamental para conseguir la victoria. Sin embargo, no se trata de un hecho fortuito: el campo es determinante para el desarrollo de cientos de pueblos y ciudades que viven al ritmo de la economía agraria y en los últimos años las políticas implementadas por el oficialismo fueron claramente más extractivistas que promotoras del progreso. Y eso fue lo que se expresó en las urnas.
Milei ultima detalles para definir al nuevo secretario de Agricultura
Se trata de uno de los sectores que más divisas aporta a la economía. El Presidente electo ya tiene un equipo de académicos, técnicos y expertos trabajando en los temas del agro.
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Si a eso le sumamos que el agro promueve desde siempre las mismas ideas que el líder libertario, entre las cuales sobresalen la quita de todo tipo de trabas para el comercio, la reducción del Estado y el alivio de la presión fiscal sobre el sector privado, todo parece indicar que las coincidencias con el sector agroindustrial, son absolutas.
En efecto, el voto agropecuario fue claramente a favor del cambio y eso se evidenció con los triunfos demoledores en las provincias donde la matriz productiva es netamente agropecuaria, como Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos, Mendoza e incluso en gran parte de la Provincia de Buenos Aires.
En la dinámica de la política Argentina, todo eso ya es pasado y ya se piensa en lo que viene, que es el armado de los equipos para comenzar la gestión. Por eso, Milei incorporó en las últimas semanas a distintos referentes del sector agropecuario a su equipo de trabajo.
Ese grupo de especialistas trabajará en sintonía con el futuro Ministro de Economía para definir las políticas que marcarán el rumbo de la nueva gestión porque a priori, serán las de índole macroeconómica las que mayor impacto generen en el sector, vinculadas al tipo de cambio, los derechos de exportación y la eliminación de restricciones para el comercio exterior.
Si bien aún no se conoce quién sería el próximo Secretario de Agricultura, en los días previos al balotaje Ámbito pudo saber que se le habrían sugerido a Milei algunos nombres cercanos al ex presidente Mauricio Macri, incluso funcionarios que ya estuvieron en el cargo. Pero eso quedó completamente descartado.
En tanto, uno de los primeros en sumarse al equipo “agro" de La Libertad Avanza, fue Fernando Vilella, el exdecano de la Facultad de Agronomía de la UBA y sería él quien reorganice la estructura de la actual Secretaría y suena fuerte para ocupar dicho cargo.
Otros que también se sumaron son Pedro Vigneau, dirigente rural con experiencia en la función pública, y Germán Paats, quien hasta hace semanas se desempeñó como titular de la Fundación Barbechando, cuyo principal foco esta puesto en el ámbito legislativo. De este núcleo duro saldría el nombre del próximo Secretario.
Mas allá de quien conducirá los destinos del área agroindustrial, vale recordar que el partido que gobernará la Argentina a partir del 10 de diciembre trabaja desde hace tiempo en la necesidad de avanzar sobre correcciones macroeconómicas que cambiarán de manera rotunda la forma en la que se comercializa en la producción agropecuaria.
Según pudo relevar Ámbito, el equipo de trabajo buscará eliminar todo tipo de regulaciones que hoy existen para exportar y dinamizar la balanza comercial con mayores estímulos para lograr que la producción se comercialice de una forma mucho más dinámica y veloz.
También buscaría atacar el cobro de los ingresos brutos y avanzar en la sanción de una Ley de Semillas, algo fundamental para que la Argentina pueda despegar en términos productos y aumentar rendimientos agrícolas tal como lo hizo Brasil en los últimos 20 años.
En cuanto a la eliminación de los DEX (también llamadas retenciones) durante la campaña electoral el propio Milei advirtió que avanzaría en primera instancia con una reducción y un programa gradual para llegar a la eliminación en todos los cultivos a excepción de la soja, que tendría un esquema progresivo a largo plazo. Mientras tanto, una parte del pago de los derechos de exportación servirían para la cancelación de otros impuestos.
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