La agencia de calificación de riesgo Moody's revisó a la baja sus proyecciones económicas para Argentina, y los números no son alentadores, puesto que, para el resto de los "mercados emergentes" pronostica que el crecimiento seguirá siendo relativamente bueno en los próximos 12 a 18 meses, a pesar del difícil entorno económico a nivel global.
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La actualización económica de la calificadora de riesgo, además, adelantó que para los demás países de la región el crecimiento seguirá siendo "relativamente bueno".
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Un punto clave de la actualización de la calificadora de riesgo es que advierte de la volatilidad en los precios de los commodities, algo que podría obstaculizar la desaceleración de la inflación y llevar a que los organismos hacedores de política monetaria de los mercados emergentes tengan más dificultades para relajar las tasas de interés. Esto, para la Argentina, sería sumamente riesgoso dado el estado en el que se encuentran las arcas del Banco Central (BCRA).
La mirada de Moody's para la Argentina
Según las estimaciones de Moody's, la actividad económica se contraerá en un 3,5% este año, mientras que la inflación anual alcanzará un alarmante 147%. Para el año 2024, se prevé una disminución del 2,5% en la actividad económica y una inflación anual que se disparará hasta un asombroso 275%.
El duro pronóstico se desprende del informe titulado "Resiliencia del crecimiento con posibilidad de alta inflación debido a la volatilidad de los precios de los commodities", en el cual Moody's señala que, durante el año en curso, la inflación ha disminuido en América Latina en general, excepto en el caso de Argentina.
El informe sostiene: "A excepción de Argentina, las cinco economías con metas de inflación en México, Brasil, Perú, Colombia y Chile experimentarán una desaceleración de la inflación, que se espera que caiga al 6,5% en 2023 y al 3,5% en 2024 desde el 9,3% registrado en 2022".
No obstante, Moody's también modificó a la baja sus proyecciones de crecimiento para Colombia y Perú debido a la caída de las inversiones. La alta inflación, las condiciones financieras más restrictivas y la débil demanda externa también frenarán el crecimiento económico en estos países.
La agencia ya había advertido después de las elecciones primarias que se esperaba que la economía argentina continuara enfrentando una alta volatilidad, presiones significativas sobre los precios y el tipo de cambio, así como una escasez de divisas extranjeras, lo que contribuiría a una persistente fragilidad crediticia.
En cuanto a la respuesta del mercado a los resultados de las elecciones primarias, con la escalada del dólar y las decisiones gubernamentales sobre tasas de interés y devaluación del tipo de cambio oficial, Moody's subrayó que estos factores, junto con otros desafíos como las reservas netas negativas en el Banco Central y una cosecha débil, continuarán ejerciendo presión sobre las perspectivas económicas y financieras de Argentina.
Daniela Valenzuela, gerente general de Moody's Local en Argentina y Uruguay, hizo hincapié en la importancia de la gestión del próximo gobierno argentino. Señaló que, independientemente del resultado de las elecciones, el próximo gobierno deberá realizar cambios significativos en los aspectos macroeconómicos para estabilizar variables clave como el tipo de cambio y la inflación.
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