Todo mucho más reducido de modo previsible -por el fuera de circuito del mercado de Wall Street-no venía nada mal que en estos momentos se adelgazara el caudal disponible de órdenes. Y esto dio por resultado un desarrollo anodino, sin definiciones drásticas, con el índice Merval actuando desde un mínimo de 1.177 puntos, pasando por el máximo en 1.195 y concluyendo en aterrizaje suave de 1.187 puntos.
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La diferencia resultó desechable, solamente 0,43 por ciento de mejoría, trepando al doble en el Burcap y con 0,89 por ciento.
En los casos particulares, una gama que partió de subas de hasta 3 por ciento -como Minetti y Renault- hasta las que bajaron en no más de 1 por ciento. Todo muy medido, a partir de las esenciales -Galicia y Acíndar- que no alcanzaron a mover las agujas.
La gran meta, en las pocas ruedas que faltan, parece pasar por volver a acceder a marcas del Merval arriba de los «1.200» puntos: un terreno que estaba holgadamente ganado en primera quincena y que ahora debe ser pagado por segunda, o tercera vez.
•Pocos montos
Actuando en solitario, el mercado mostró un volumen de apenas 33 millones de pesos de efectivo y que sirvió para medir la energía con que se cuenta en este punto. Baja tensión, zona de incertidumbres, vocación mellada.
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