14 de marzo 2008 - 00:00

Oro en mil y el euro en récord

Se acentuó ayer la fuga de los inversores del dólar. Ya casi no hay economista que sostenga que Estados Unidos evitará entrar en recesión. Sus tasas deberán bajar más. El euro, así como el resto de las monedas, marcó un nuevo récord histórico, por encima de u$s 1,56. En la Argentina ya se opera por encima de los 5 pesos, aunque la predilección de los ahorristas se mantiene por el dólar. El oro superó por primera vez en la historia los u$s 1.000. Todo es parte de un proceso de ajuste de Estados Unidos, país que verá cómo lo invaden turistas europeos y japoneses. En algún momento llegará el tipo de cambio a equilibrar desbalances y dejará de derrumbarse la moneda norteamericana.

Las pizarras en las casas de cambio porteñodebutaron con la cotización de un europor encima de los 5 pesos.
Las pizarras en las casas de cambio porteño debutaron con la cotización de un euro por encima de los 5 pesos.
El dólar cayó a nuevos valores mínimos ante el euro y se depreció con fuerza frente al yen. Al cierre, por un euro se pagaba u$s 1,5621, después de caer hasta 1,5624 dólar, comparado con los 1,5557 dólar del miércoles.

Respecto de la moneda japonesa, la divisa estadounidense se depreció hasta los 100,67 yenes, frente a los 101,70 de la jornada anterior y después de cambiarse por debajo de los 100 yenes, algo que no había sucedido en doce años.

El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Henry Paulson, afirmó que a su país le interesa tener un dólar fuerte y el presidente George W. Bush se expresó en ese mismo sentido el día anterior, lo que no ha impedido que la moneda estadounidense continuara su declive.

El debilitamiento es consecuencia, en gran parte, de los recortes de los tipos de interés que ha aplicado la Reserva Federal para atajar los efectos de la crisis crediticia generada por las hipotecas de alto riesgo y el retroceso en la actividad económica.

La Fed ha rebajado en 2,25 puntos porcentuales las tasas de interés desde setiembre, hasta 3% anual, y se prevé que las recortará al menos otro medio punto porcentual la próxima semana.

Los recortes de tasa, las inyecciones de capital al sistema financiero y las medidas del gobierno para paliar los problemas de muchos estadounidenses para devolver sus créditos, no han conseguido, sin embargo, aliviar el nerviosismo de los inversores, lo que se refleja en la volatilidad en el mercado bursátil.

El índice Dow Jones, el principal indicador de la Bolsa de Wall Street, cerró la sesión regular con un alza de 0,29%. El mercado NASDAQ avanzó 0,9% y el selectivo S&P ganó 0,5%, después de haber mostrado una tendencia a la baja durante las primeras horas de negociación.

Ayer se difundieron nuevos datos que reflejan un retroceso en las compras de los estadounidenses, que afrontan una fuerte alza en los costos de la energía y de los alimentos.

Las ventas del comercio minoristas bajaron 0,6% en febrero, comparado con un alza de 0,3% en enero, según datos difundidos por el Departamento de Comercio de Estados Unidos.

Los inversores despedirán hoy la semana con más datos relativos a la inflación a nivel de consumidor y acerca de la confianza de los estadounidenses en la marcha de la economía.

Los economistas prevén un aumento de 0,3% en el Indice de Precios de Consumo (IPC) en febrero, después de un incremento de 0,4% en el mes anterior.

Mayores presiones inflacionariaspodrían rebajar algunas expectativas de que la Fed continúe recortando con decisión las tasas a corto o mediano plazo. Por su parte, las principales Bolsas de Europa cerraron a la baja. París cayó 1,42%; Londres, 1,45%; Francfort, 1,50%; Milán 1,66% y Madrid 0,44%.

El nerviosismo se propagó a todas las plazas financieras del mundo después de que el fondo Carlyle Capital, que cotiza en Amsterdam, anunciara su incapacidad a hallar un acuerdo con sus acreedores, lo cual podría desembocar en una liquidación.

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