26 de septiembre 2007 - 00:00

"Por la inflación es difícil mantener precios de autos"

Edgar Lourencon
Edgar Lourencon
Aunque la mayoría de los 0 km aumentó en lo que va del año por debajo de 5% que acumula la inflación, el incremento de los costos está obligando a las automotrices a hacer esfuerzos para no trasladar esos incrementos a los consumidores.

«Es un gran desafío, en la actualidad, mantener los precios de los autos cuando tenemos un aumento importante de los costos. Es muy difícil hacerlo. Los precios en la Argentina, junto con los de Chile -que es el mercado más abierto de Latinoamérica-, son los más competitivos de la región», señaló ayer el nuevo presidente de General Motors, Edgar Lourencon.

Si bien no hay un acuerdo firmado con el gobierno, las automotrices cerraron un compromiso de palabra con el secretario de Comercio, Guillermo Moreno, para que la suba de los autos no supere el índice de costo de vida que difunde el INDEC.

Aunque, también es cierto, las terminales aseguran que la fuerte competencia que hay en el mercado argentino no permite a las empresas realizar grandes aumentos.

En el inicio de su gestión en la filial argentina (asumió el cargo a comienzos de setiembre), el empresario destacó a la inflación y a la falta de energía como los problemas que más le preocupan para la marcha del negocio automotor.

Lourencon reemplazó en la presidencia de la automotriz norteamericana a Felipe Rovera, ambos de nacionalidad brasileña.

Sobre el tema de los valores de los 0 km, Rovera señaló que «no existe relación entre la inflación y el precio de los autos. La inflación es otra cosa. La inflación, por ejemplo, son los alimentos».

Ante este techo de precios que pone la competencia del mercado y el acuerdo con el gobierno, Lourencon aseguró que «el desafío será entonces producir más y con menores costos». Para eso, la terminal acaba de anunciar una inversión de u$s 500 millones en la Argentina y en Brasil para fabricar una nueva familia de vehículos compactos que se empezarán a comercializar a principios de 2009. Además, la compañía espera llegar a producir unos 120.000 vehículos en la planta que tiene en la provincia de Santa Fe y consolidar el segundo puesto que mantiene en materia de ventas, detrás de Volkswagen.

Al margen de esta inversión, que para la Argentina representa u$s 200 millones, Lourencon confirmó que se está analizando la posibilidad de producir otros vehículos en la fábrica santafesina y el lanzamiento de cuatro modelos nuevos en los próximos meses. El nuevo titular de la terminal anunció, además, que su gestión encarará un proceso más focalizado en los servicios posventa y en solucionar el problema de la demanda insatisfecha que actualmente beneficia al sector de los usados. Sobre el problema energético, señaló que están comprando generadores para enfrentar posibles cortes en el suministro.

En tanto, Rovera adelantó que antes de fin de año las terminales se reunirán con el gremio mecánico que reclama un pago adicional para compensar la mayor inflación, aunque mostró su preocupación por este reclamo, ya que las empresas acordaron con el SMATA una pauta de incremento salarial que cubre todo el año próximo.

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