En el último trimestre del año, el PBI caería más de 2%; el consumo, 2,5%; la inversión, más de 8%; y el desempleo se ubicaría en 19%. Estas son las proyecciones que la consultora Ecolatina presentó en su último informe donde se analiza la situación de la economía en el escenario poselectoral. Según este informe, el gobierno debe encarar de forma ineludible «una negociación de reestructuración de la deuda que alivie la carga de intereses sobre el presupuesto público».
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Para Ecolatina, los efectos de la crisis se reflejan actualmente de manera directa «en el consumo agregado». En este sentido, «resulta claro que el ajuste ha traído consigo un fuerte deterioro de la confianza de los consumidores», a pesar del leve repunte de julio, luego del megacanje, y el anuncio de parte del gobierno de las medidas (luego rectificadas) para alentar el consumo. Este indicador se retrajo entonces 4% entre julio y agosto con respecto al mismo período de 2000, principalmente por la incertidumbre asociada a la crisis financiera de julio, que además continuó entre agosto y setiembre.
Por su parte, la demanda de servicios públicos viene reduciéndose progresivamente a partir de julio, para caer en forma acumulada durante los últimos tres meses en 2% contra el año anterior. Pero el mayor impacto en la caída de demanda se vio, según Ecolatina, en las importaciones, que tuvieron una contracción de 20% en un año; «lo que confirma el tipo de ajuste al que da lugar la convertibilidad, donde el mayor peso recae sobre la retracción de la demanda de bienes extranjeros». Todo este panorama, asegura el informe, «anticipa un tercer trimestre poco prometedor en términos de actividad económica», con una «agudización de la caída del consumo y un contexto económico-financiero desfavorable a las decisiones de inversión». Con esto, «las condiciones para el último trimestre auguran un cierre del año que no desentonará con lo ocurrido en el resto de 2001».
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