29 de diciembre 2003 - 00:00

Soja dejaría al país u$s 2.000 millones más por "vaca loca" en EEUU

El brote de «vaca loca» en EE.UU. beneficiaría a la Argentina con casi 2.000 millones de dólares más en exportaciones por una suba de 20% de la soja. Si el cultivo aumenta en esa proporción, el gobierno se beneficiaría con $ 1.300 millones de recaudación adicionales, producto de las retenciones a las exportaciones. Es de esperar que Néstor Kirchner modifique su reciente orden de gastar toda la recaudación que exceda el superávit fiscal de 3% pactado con el FMI, ya que estos mayores ingresos no previstos se podrían perder en gasto ineficiente. Los malos manejos pasados en materia de lucha contra la aftosa impedirán al país beneficiarse también con un aumento de sus ventas de carne.

El nuevo escenario planteado por el mal de la «vaca loca», que obligará a Estados Unidos a sustituir la demanda de harinas de carne por proteínas vegetales, provocaría un aumento de 20% en el precio FOB de la soja en el país del Norte y podría generar una ingreso adicional de casi u$s 2.000 millones para la Argentina. El impactante dato fue calculado por Ann Frick, la especialista en soja de Prudential Financial, prestigiosa consultora que lanzó el viernes su Outlook semanal. Esta es una buena noticia para la Argentina, el primer exportador mundial de harina de soja, con 20 millones de toneladas anuales que hoy cotizan a 225 dólares cada una.

El consumo mundial de harina de soja llega a 127 millones de toneladas y Brasil provee 16,4 millones de toneladas. Estados Unidos vende, en tanto, 4 millones de toneladas de harina de soja, las que ahora deberán volcarse al consumo interno para reemplazar 3 millones de toneladas de harina de carne (hueso y sangre) con la que hasta ahora se alimentaba el ganado. Se calcula que los productores estadounidenses necesitarán entre 4 y 5 millones de toneladas de proteínas vegetales para sustituir las proteínas animales con las que alimentan sus rodeos.

Esta traumática situación generada por la «vaca loca» podría tener efectos positivos sobre los ingresos del país.

Si el precio de la soja llega a subir 20%, y alcanza un valor FOB Golfo de u$s 352 por tonelada (Ann Frick habla de una soja julio de u$s 9,6 por bushel), la oleaginosa tocaría valores no vistos desde la campaña '72/'73, según el informe que se cataloga de «conservador». El precio FOB para la soja argentina podría llegar a u$s 345,6 por tonelada.

Si se confirmara este escenario, la nueva cosecha argentina, que se recolectará a partir de abril, podría cotizar en u$s 250 por tonelada, que multiplicados por 35 millones de toneladas darían un valor de u$s 8.750 millones para toda la producción,
u$s 1.585 millones más que los cotizados a valores actuales (u$s 205, tras la subashock del viernes).

• Retenciones

En tren de especulaciones, el saldo exportable del complejo oleaginoso (24 millones de toneladas de soja convertidas en harinas y aceites sumados los porotos) a valores actuales generarían 9.700 millones de dólares de ingresos por exportaciones. Con el aumento de 20% en todo el complejo oleaginoso, permitiría un ingreso adicional al país de u$s 1.940 millones. Pero si se calcula el ingreso fiscal por retenciones a la exportación (23%), el gobierno volvería a ser el gran ganador de esta probable suba en la soja, con una ganancia adicional de u$s 446 millones.

La previsión alcista para la soja resulta un dato adicional al ya ajustado panorama de oferta y demanda mundial para la oleaginosa. «A este escenario sólido y sin antecedentes hay que sumarle el factor climático. Si fracasa el clima en Estados Unidos o sobre el cierre de la cosecha sudamericana, los valores podrían llegar a niveles insospechados», decía Ricardo Baccarín, de Panagrícola. En la vereda de enfrente, más cauteloso, Pablo Adreani, de AgriPac, decía que «esta suba en soja es una buena noticia para el fin de año, pero el riesgo es que la corrección sea hacia abajo y el mercado pierda parte de lo ganado. No se puede afirmar que esta tendencia se pueda sostener en el tiempo».

• Condimento

A la sobreabundante especulación local, el informe alcista de Prudential agrega un condimento más a un mercado ya nervioso por la encefalopatía espongiforme bovina (EEB): la reestructuración productiva estadounidense en vacunos -sustitución de alimentación de animales criados bajo encierro y con anabólicos-y en aves y cerdos generará una revisión de precios también para el maíz y terminará afectando a todos los granos.

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