Los operadores definen a la de Acindar como la acción más tradicional de la Bolsa local, mientras que los inversores extranjeros aseguran que es la que mejor representó siempre el riesgo argentino. Por eso, en la City porteña ya se dice que el alejamiento de la compañía del mercado de capitales -a raíz de la oferta del grupo ArcelorMittal de comprar 34% que permanece negociado- se hará sentir con fuerza.
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La historia de Acindar en la Bolsa comenzó en 1948. Desde ese momento, la empresa fundada seis años antes perteneció siempre al panel líder y se ubicó entre las cinco más importantes. Por tratarse de una compañía que fabrica y vende principalmente en la Argentina, depende de manera casi exclusiva de los ciclos locales, lo que se vio reflejado en sus cotizaciones durante los últimos 60 años.
Llegó a costar u$s 0,15 en el peor momento de la crisis económica del país en 2001 y debió reestructurar su deuda en 2002, pero también tuvo su momento de esplendor cuando tocó en 1991 los u$s 4 (que equivalían entonces a $ 4). Es decir que fue uno de los papeles que más dinero hicieron perder, pero también uno de los que más hicieron ganar por sus fuertes fluctuaciones.
Los operadores de Bolsa señalan también que Acindar fue original en varios aspectos. Fue una de las pocas empresas que siguieron cotizando cuando tenía patrimonio neto negativo (también pasó con Comercial del Plata). Y principalmente, fue la que mejor entendió el funcionamiento del mercado de capitales, ya que utilizó todos los instrumentos que éste ofrece: la emisión de acciones, ampliación de capital, fue pionera en la colocación de obligaciones negociables tanto como en sociedades de garantía recíproca y cheques de pago diferido.
Nacimiento
Como sintetizan en el mercado, Acindar supo crecer con el capital de otros. Nació ante la escasez de barras de acero necesarias para la construcción a la que se llegó durante la Segunda Guerra Mundial por la concentración en la producción bélica. Se transformó en la siderúrgica productora de aceros no planos líder en el mercado argentino. Cuenta con más de 200 líneas de productos para atender a la construcción civil, industria en general, petróleo, energía, automotriz, agro y herrería. Emplea a 3.000 personas y posee instalaciones en la Argentina (Buenos Aires, Santa Fe y San Luis) y en Brasil (San Pablo).
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