9 de septiembre 2024 - 00:00

Wall Street espera y desespera: teme la recesión, quiere medio punto de baja de tasas ya y ve que la FED lo retacea

El banco central comenzará a moverse despacio. Y el enfriamiento avanza rápido. El vaso está casi lleno, pero a Wall Street lo obsesiona que se vacíe. ¿Nos clavó su puñal la recesión? ¿La FED no se dio cuenta? Lo que sí se enfría es el mercado de trabajo.

Wall Street desespera al ver que la FED se apoya en las cifras de empleo para retacear un recorte agresivo de las tasas de interés. 

Wall Street desespera al ver que la FED se apoya en las cifras de empleo para retacear un recorte agresivo de las tasas de interés. 

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Wall Street leyó el Beige Book y entendió -bien o mal- que la recesión ya le saltó a la yugular. Y le irrita que la FED no se dé por enterada. Es cierto que Jay Powell le dio bandera verde a la baja de tasas. Pero el banco central comenzará a moverse despacio. Y el enfriamiento avanza rápido. Las búsquedas de trabajadores son las menores desde 2021, consigna el informe JOLTS. En agosto, se hundió la actividad manufacturera, dice el reporte PMI. La curva de rendimientos, que se invirtió en 2022 (presagiando una recesión que no sucedió), se revierte justo ahora. Siempre que ocurrió lo que vino trascartón fue una recesión. Que, tampoco se olvida, es lo que dicta la regla de Sahm (aunque el desempleo haya caído en agosto, por primera vez desde marzo).

El vaso está casi lleno, pero a Wall Street lo obsesiona que se vacíe. No le importa que el informe laboral sume 142 mil empleos netos en agosto (y sea mejor que el de julio). El acento ominoso se pone en la revisión de junio y julio que hizo desaparecer 86 mil. Y las últimas revisiones son todas fuertemente negativas. No hay nada más engañoso entonces que una buena impresión inicial (que en los meses posteriores se corrige a la baja). Wall Street desespera al ver que la FED se apoya en las cifras de empleo para retacear un recorte agresivo de las tasas de interés. Y facturó su desencanto. Fue la peor semana para el índice S&P 500 desde agosto de 2023 con una caída de 4%. El Nasdaq se zambulló 6%. Nvidia no cesa de sangrar (-14%). Nada produce más escozor, sin embargo, que la avidez por la renta fija. La tasa del Tesoro a dos años cayó a los mínimos desde septiembre de 2022. Cada repliegue de la tasa a diez años -que bajó un punto completo desde abril y merodea 3,70%- se siente como que la recesión está un paso más cerca.

Actividad económica, mercado de trabajo y gasto del consumidor

¿Nos clavó su puñal la recesión? ¿La FED no se dio cuenta? Wall Street cita el Beige Book como si no fuese una compilación de evidencia anecdótica realizada por el propio banco central. La FED es data dependiente, pero es más que eso: reúne información cualitativa para entender mejor lo que pasa y completar su visión. En agosto solo tres distritos revelan crecimiento de la actividad. Los otros nueve informan un nivel estable o declinante (eran solo cinco en el relevamiento anterior, un mes y medio atrás). ¿Será la clave en código de una recesión? Vale recordar que el PBI creció 3% en el segundo trimestre. Tiene margen para retraerse y no zozobrar. El mismo Beige Book señala que la mayoría de los distritos espera que la actividad se mantenga o mejore levemente. Solo tres anticipan suaves caídas. Es conveniente no anclarse en un único relato y mirar más allá. Los informes PMI también son cualitativos, aunque se expresen en números. La actividad manufacturera cayó, los servicios son una tromba. Crecen como no lo hacían desde marzo 2022 cuando regían las tasas cero. Su comparación es el día y la noche. Y son muchas más las horas del día.

La actividad económica, cuando se la toma en conjunto, es compatible con una expansión del PBI en el rango entre 2% y 2,5%. No es para nada un vaso que se vacíe. Lo que sí se enfría es el mercado de trabajo. Desde un nivel de exuberancia que a la FED le costó mucho apaciguar. Y el gasto del consumidor puede seguirle los pasos. Su tasa de ahorro cayó de 5,3% en mayo de 2023 a 2,9% en julio. Si le preocupa conservar su trabajo, y es así, debería moderar sus expendios, lo que tampoco sucede todavía. Cuando lo decida, aunque sea una pausa breve, la economía bajará un cambio.

Wall Street ansía medio punto de baja de tasas

Arrinconada la inflación, la FED alista su primer recorte de tasas. Hizo saber -vía Williams, Goolsbee y Waller- que está dispuesta a una sucesión de rebajas. El gobernador Waller fue un halcón en la suba de tasas y ya dijo que también puede ser agresivo a la hora usar las tijeras de podar. Pero nadie sugiere desensillar con un golpe fuerte sobre la mesa. Y basta ver la zozobra súbita de Wall Street para darse cuenta de que una rebaja inicial de medio punto puede transformarse en un búmeran.

Qué sabrá la FED que nosotros ignoramos, será la pregunta obligada. ¿Por qué una baja ampulosa si no fuera grave la situación? Será fácil encontrar evidencia (aunque parcial) que realimente los temores. En todo aterrizaje la data pierde altura. , y se decepciona de no encontrar eco entre las autoridades. Sin embargo, nada le haría más daño que ver su deseo convertido en realidad. Como todos los años, ya le cuesta bastante lidiar con los blues de septiembre. Crear un fantasma -y sobredimensionarlo- no le hará ningún favor.

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