22 de noviembre 2019 - 00:00

Lo que se dice en las mesas

¿Qué preguntan en Wall Street, a 18 días del 10-D?. Veranito con nubarrones. Temor a efecto contagio. Cócteles y eventos plagados de rumores y gabinetes en las sombras. Desojando las margaritas ministeriables. ¿Y Pesce? Sigue furor por el verde. Goldman no nos ve nada bien.

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  • Un influyente analista recién llegado de Wall Street se cruzó con colegas en un tradicional ágape de fin de año cerca del Luna Park. Al intercambiar visiones e interrogantes quedó claro que el sentimiento local no dista mucho del foráneo. Es que tanto los inversores extranjeros como los locales se preguntan cómo será la conformación del próximo gobierno de “Los Fernandez” y, sobre todo, quiénes serán el equipo económico. También se preguntan, a sólo 18 días del traspaso de mando, cómo será la gobernabilidad bajo este esquema bicéfalo y cuál será el rol del Congreso. Todos estos interrogantes, aún no satisfechos, amalgaman el alto nivel de incertidumbre reinante. Y aunque algunos encuestadores señalen ahora que hay una mejora en las expectativas de la gente, algo obvio y esperable frente a un cambio de gobierno, lo cierto es que el consenso vislumbra un “veranito” pero luego anticipa que se ciernen nubarrones si no se allana el camino de la renegociación ordenada de la deuda. Ni qué hablar del temor al impacto de una excesiva inyección de dinero en la plaza financiera. En el exterior, comentaba el recién llegado, también se preguntan si Argentina puede contagiarse de los movimientos insurreccionales en varios países de la región que ya suman a Chile, Bolivia, Ecuador, Perú y ahora a Colombia. Al respecto anoche fue muy comentado el informe del team de Goldman Sachs sobre Latinoamérica, recién salido del horno.
  • Cócteles de fin de año y demás encuentros sirven de caja de resonancia del humor del mercado. Muy nutrido el ágape del Santander, que sirvió de marco de despedida oficial de Cristofani, quien deja la gestión del banco en manos de Lew, y donde se habló mucho sobre los posibles gabinetes de Alberto F. Otro evento que estuvo muy concurrido fue el Fintech Forum. Allí se percibió el efecto freezer en la mayoría de los proyectos locales. Todos están enfocados en Latam. Por lo menos hasta que aclare el panorama local. También mucho chisme y rumor entre chukker y chukker y entre hoyo y hoyo en los Abiertos de la AAP y AAG. Se escuchó mucho sobre el re-reperfilamiento de las Lecap para personas jurídicas. Mientras que para el caso de las personas físicas, aún existen dudas porque quedan pocas y no debería haber problema para que el Tesoro les pague. Mejor prender una velita. Circularon tantos gabinetes de Alberto como personas con las que se hablara. Todo muy confuso y enrarecido, al margen que el propio presidente electo haya señalado días atrás que “el gabinete estaba prácticamente definido” al salir del departamento de la vicepresidenta electa. Para los que conocen de la “rosca política”, hubo mucho ruido desordenado en torno al presunto gabinete, y lo que sobre todo ha generado demasiada incomodidad es el excesivo peso específico del PJ porteño, que se ha caracterizado precisamente por no ganar elecciones. De ahí dicen que en el seno de la coalición triunfante se han provocado cortocircuitos. Lo cierto que un día a las 13 dicen, fuentes bien informadas, que el ministro es Juan y a las 20 dicen que es Pedro. Cuando Juan y Pedro no comulgan precisamente la misma ideología. O sea, nadie conoce a ciencia cierta la dirección del próximo gobierno. Lo que más se escucha en las mesas es en realidad un rezo: de que Alberto F. vaya en política por izquierda y en economía por derecha. Al menos es lo que esperan sea el comienzo de su gestión. Pero el partido está muy abierto. Y más cuando en el futuro Congreso tampoco está el panorama muy claro. ¿Cómo se manejarán los bloques de las coaliciones? ¿Con la ida de Agustín Rossi y el destino incierto de Carlos Caserio, cuál será el rol de Máximo Kirchner? Estas y decenas de preguntas se hacen los inversores. Muchos “venden” información de “primera” escudándose en cercanías de la calle México y la oficina de Puerto Madero pero la verdad es solo humo, que cobran muy bien, sobre todo a los de afuera. Y hablando de afuera, un conocido economista, enloquecido haciendo trust ante el temor del impuestazo, comentó el nombramiento de Jennifer Johnson como nueva CEO deFranklin Templeton en reemplazo de Gregory Johnson. “Jenny” potenció el desarrollo del negocio de ETF y hace más de tres décadas que se desempeña en la compañía. Gregory sucedió a su padre Charles en 2005 en la dirección de la compañía que fundó en 1947 el abuelo de Jennifer y Gregory, Rupert.
  • Mientras algunos se distraen especulando con Nielsen o Kulfas, a todo esto ¿qué pasa con Pesce? tampoco anoche estaba claro su destino, el balance cambiario mostró cómo pegó el supercepo: en octubre el atesoramiento fue de u$s4.125 millones, de los cuales u$s3.743 millones corresponden a compra de billetes. Al cabo de 10 meses la fuga suma u$s26.875 millones (en 10 meses de 2018 fue u$s25.959 millones) mientras que en todo el año pasado fue u$s27.230 millones. Pero el dato más revelador no solo fue que ¡casi 2,6 millones de personas compraron dólares! sino que hasta que rigió el límite de u$s10.000 mensuales la compra diaria promedio era de u$s215 millones y cuando se bajó a u$s200 mensuales cayó a u$s5 millones promedio diario. De modo que a pesar de esto seguramente en 2019 se romperá el récord de atesoramiento histórico, quedando así bien claro que la gente quiere dólares, no pesos, por lo menos hasta que recupere la confianza. Y según el informe Macro Outlook 2020 de Goldman en su capítulo argentino titulado “Argentina, abróchate el cinturón, el viaje puede estar lleno de baches”, desde afuera el panorama no es tan halagueño. Los problemas requieren mucha habilidad política y una buena dosis de suerte, dicen. Creen que el programa económico se basará en el fin del esfuerzo fiscal (un déficit primario de 1,5% del PBI), una política monetaria más laxa, el mantenimiento de controles y un pacto social. Estiman una caída del PBI del 1,3% en 2020 y una inflación del 37% con riesgos al alza. Lo único bueno, el ajuste externo. Ampliaremos.

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