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Acorralado, el EI perdió su bastión ideológico en Siria
De acuerdo con una profecía, la localidad, donde se filmaron algunos de los videos más escabrosos de la organización terrorista, será el escenario de la “gran batalla” entre los musulmanes y los “infieles”. Había sido ocupada en 2014.
Un comandante de la oposición siria, Saif Abu Bakr, hizo referencia a que los combatientes del EI opusieron una resistencia "mínima" para defender su icónico bastión, situado a algunas decenas de kilómetros de Alepo.
En Dabiq, añadió Bakr, ingresaron cerca de 2.000 milicianos rebeldes apoyados por un número impreciso de blindados, carros armados y medios de artillería del ejército turco. Además, según la agencia de prensa turca Anadolu, aviones de Ankara y de la coalición internacional, liderada por Estados Unidos, bombardearon los alrededores de la ciudad.
Los yihadistas se retiraron sin oponer la feroz resistencia que numerosos estrategas esperaban, dirigiéndose hacia Al Bab, otra ciudad siria en sus manos, un poco más al sur, decididamente más importante desde el punto de vista estratégico.
Entre los rebeldes, todos pertenecientes a formaciones que se oponen al dictador sirio, Bashar al Asad, la "declaración del triunfo" llegó de Ahmed Osman, líder de Sultan Mourad, afiliado por el Ejército Libre Sirio (ELS). "El mito de Daesh de su gran batalla en Dabiq está terminado", dijo.
No obstante, los combates entonces no cesaron completamente pero los ganadores estaban comprometidos sobre todo en las operaciones de desminado y desactivación de los explosivos que, como es su costumbre, los yihadistas escondieron en casas y calles que se vieron obligados a abandonar.
Y donde, recuerdan los observadores, fue grabado un video en el que se mostró la cabeza de Peter Kassiq, rehén estadounidense decapitado por el "carnicero" del EI "yihadista John" hace dos años.
El ejército turco intervino militarmente en Siria en agosto pasado para "limpiar" las áreas más allá de la frontera sur de los yihadistas pero también de los kurdos sirios que estaban obteniendo significativas victorias contra el EI. Éstos son considerados por Turquía "terroristas".
Con la caída en Dabiq, el territorio controlado por el EI sigue claramente reduciéndose. Su "califato", que se extendía unos 90.800 km2 a principios de 2015, se limita hoy a 68.300 km2 en Irak y en Siria, según la firma estadounidense IHS.
Según Anadolu, desde el inicio de las operaciones en agosto, los rebeldes apoyados por Turquía se han apoderado de 1.130 km2. Las zonas recuperadas estaban anteriormente en manos del los kurdos o del EI.
Agencias AFP, ANSA, Reuters, |
EFE y DPA
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