15 de mayo 2012 - 00:00

Alemania, sin libreto en el peor momento

Angela Merkel calificó de «doloroso y amargo» el revés electoral del domingo de su partido en las elecciones de Renania del Norte-Westfalia. Su opción por la rígida austeridad fiscal comienza a ser discutida en la propia Alemania.
Angela Merkel calificó de «doloroso y amargo» el revés electoral del domingo de su partido en las elecciones de Renania del Norte-Westfalia. Su opción por la rígida austeridad fiscal comienza a ser discutida en la propia Alemania.
Berlín - La situación del Gobierno de la canciller alemana Angela Merkel se complicó tras la clara derrota de su partido, la Unión Cristianodemócrata (CDU), en las elecciones regionales del domingo en Renania del Norte-Westfalia (NRW), lo que la oposición interpretó como un voto de censura a su política europea.

Merkel, marcada por la derrota de su partido, que tuvo el peor resultado de su historia en NRW, insinuó ayer un posible compromiso con la oposición en torno del pacto fiscal de la UE.

Mientras tanto, la oposición socialdemócrata y verde, aliada para gobernar en el estado alemán más poblado a orillas del Rin, interpretó el resultado de NRW como una señal de cara a las elecciones generales del año próximo.

«Angela Merkel y sus socios ya no tienen perspectivas de poder», dijo el jefe del Partido Socialdemócrata (SPD), el principal de la oposición en Alemania, Sigmar Gabriel.

Gabriel recordó además que la actual coalición formada por la CDU de Merkel y el Partido Liberal (FDP) no logró ganar ninguna de las once elecciones regionales que se celebraron desde que asumió el poder en 2009.

Merkel, por su parte, procuró dar vuelta la página de la derrota lo más rápidamente posible para regresar a las tareas de gobierno.

Preguntada sobre las consecuencias de la derrota para la política europea, Merkel dijo que, en principio, no había relación entre los dos temas, pero agregó que se reunirá con los partidos de la oposición alemana para hablar sobre la ratificación del pacto fiscal y su complementación con un programa de crecimiento en la UE.

«Me reuniré con los partidos de oposición para ver qué expectativas existen. Contra medidas que fomenten el crecimiento nadie tiene nada en contra en la CDU, pero debemos analizar cómo afectan la política de consolidación fiscal», señaló Merkel en una rueda de prensa, en la que definió el revés de su partido como «amargo y doloroso».

La ratificación del pacto fiscal implica una reforma de la Constitución alemana, para lo que se necesita una mayoría de dos tercios tanto en la Cámara baja del Parlamento (Bundestag) como en la Cámara alta, donde están representados los gobiernos de los 16 estados federados.

Por ello, Merkel necesita llegar a un acuerdo con el SPD y Los Verdes, que son partidarios, al igual que el presidente francés, Francois Hollande, de complementar el pacto fiscal con medidas que fomenten el crecimiento y la creación de empleo.

Merkel insistió ayer, al abrir las puertas a un posible compromiso con la oposición -justo un día antes de la primera visita de Hollande a Berlín-, en su convicción de que entre el crecimiento y una política fiscal sólida no hay contradicción. «La crisis griega no viene de un exceso de ahorro, sino de déficit excesivos», dijo Merkel.

La canciller indicó que ese había sido el comienzo de la espiral que había llevado a un alza de las tasas de interés para los títulos de deuda de Grecia, lo que había hecho necesario un programa de ajuste para ese país.

Agencia EFE

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