El presidente del BCE, Mario Draghi, dijo que el organismo estudiará opciones que le permitan seguir adelante con su programa de impresión de dinero sin precedentes, pero no garantizó formalmente que prolongará las compras de activos, cuya fecha de término sigue siendo fines de marzo de 2017.
Enfrentado a un crecimiento y una inflación anémicos, el BCE está comprando un total de 1,74 billón de euros en bonos, al tiempo que mantiene tasas de interés negativas y ofrece a los bancos créditos sin costos, con la esperanza de sacar a la zona euro de una década de estancamiento y crisis.
El BCE ha conseguido impulsar el crecimiento económico, pero no lo suficiente, e incluso tuvo que recortar algunas de sus proyecciones ayer, lo que reforzó las expectativas del mercado de que la implementación de más estímulos monetarios es sólo cuestión de tiempo.
"Por el momento, los cambios (en las proyecciones) no son (lo suficientemente) sustanciales para requerir una decisión de actuar. Vemos que nuestra política monetaria es eficaz", dijo Draghi en rueda de prensa, y agregó que el consejo de gobierno del BCE no discutió extender las compras de activos en su reunión finalizada ayer.
El BCE mantuvo su tasa de depósitos en -0,4%, cobrando a los bancos por depositar su dinero a un día, y dejó también sin cambios la principal tasa de refinanciación, que determina el costo del crédito en la economía, en un 0,00 por ciento. El mayor interrogante es cuál será el próximo paso.
Draghi dijo que el BCE había solicitado a sus comités internos que revisen varias opciones para garantizar que el programa de activos siga operando sin problemas.
Agencia Reuters |
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