9 de mayo 2014 - 00:00

Buenos actores logran atemperar al efectista Thiéry

Arriba, los estupendos Gabriel Goity y Laura Oliva en “¿Quién es el Sr. Schmitt?”. Abajo, Muriel Santana, tal vez en su mejor trabajo escénico, y un Luciano Cáceres algo exagerado pero de comicidad eficaz, en “Lluvia de plata”.
Arriba, los estupendos Gabriel Goity y Laura Oliva en “¿Quién es el Sr. Schmitt?”. Abajo, Muriel Santana, tal vez en su mejor trabajo escénico, y un Luciano Cáceres algo exagerado pero de comicidad eficaz, en “Lluvia de plata”.
"Lluvia de Plata" de S. Thiéry. Dir.: A. Puig. Int.: M. Santana, L. Cáceres y otros. (Multiteatro)/ "¿Quién es el Sr. Schmitt? de S.Thiéry. Dir.: J. Daulte. Int.: G. Goity, L.Oliva y otros. (Paseo La Plaza).

Dos obras de Sébastien Thiéry (autor de gran éxito en Francia) coinciden en la cartelera porteña. Ambas presentan una estructura muy similar, están protagonizadas por un matrimonio, y reciclan procedimientos de la "comedia de boulevard" y del teatro del absurdo. De uno y otro género Thiéry tomó el modelo para ridiculizar la impostura y los dudosos valores de la burguesía.

En cada caso, la acción deriva de una situación ilógica y en apariencia irresoluble, como en "El rinoceronte" de Eugène Ionesco, pero en ella se infiltran enredos de comedia y conductas hilarantes. Hasta que la trama da un giro imprevisto y todo concluye de manera trágica y violenta.

"Lluvia de Plata" se inicia con la mágica aparición de miles de euros en el departamento de una pareja "progre" y sin problemas económicos. Este hecho despierta la suspicacia de un vecino y empieza por abrumar a sus "beneficiarios" hasta generar entre ellos un paulatino cambio de conducta y un debate ideológico (levemente sugerido) que los distancia cada vez más.

Arturo Puig disimuló el esquematismo de la pieza aplicándole un ritmo de comedia alocada en el que Muriel Santana, tal vez en su mejor trabajo escénico, lleva las riendas. A su lado, Luciano Cáceres tiende a exagerar sus gestos y expresiones, pero su comicidad resulta igualmente eficaz. El desenlace, demasiado abrupto, desenmascara al causante de este embrollo y lo hace de manera efectista y sin progresión dramática. No obstante, el carisma de la pareja protagónica compensa con creces estas carencias.

"¿Quién es el Sr. Schmitt?" también ofrece un estupendo trabajo actoral de Gabriel Goity y Laura Oliva. Conducidos por Javier Daulte ambos marchan con buen equilibrio entre el humor de las primeras escenas y el desolado final. Una vez más se trata de un matrimonio formal, aburrido y con poca comunicación entre sí. Un llamado telefónico les advierte que todo ha cambiado a su alrededor: sus prendas, sus libros e incluso sus nombres. La esposa sortea este caos con su habitual paciencia y abnegación; pero el marido se sumerge en una crisis, más seria de lo previsto.

Detectivesca y onírica, la obra aporta algunas claves engañosas que recién cobran sentido en la desconcertante escena final. En ella aparecen datos y revelaciones que cambian en forma rotunda la información recibida. Lleva tiempo dilucidar un desenlace tan sorpresivo que obliga a repasar con detenimiento las claves que el autor deslizó previamente. La experiencia narrada resulta aleccionadora y sus enigmas consiguen atrapar al espectador. Sin embargo, tanto el desarrollo de la obra como el perfil de los personajes resultan algo superficiales en relación a lo que promete un conflicto vinculado a los secretos familiares, los meandros de la identidad y los peligros de disociar nuestra conducta de nuestros ideales y frustraciones ocultas.

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