28 de diciembre 2017 - 23:35

Bullrich lanzó comando unificado en provincias patagónicas para frenar "insurrección mapuche"

LA MINISTRA DEFINIÓ A LA RAM COMO UN "GRUPO ETNONACIONALISTA QUE PRACTICA LA VIOLENCIA EXTREMA" - Junto a funcionarios de Chubut, Neuquén y Río Negro, presentó un informe donde describe el accionar de la organización.

Cumbre anti-RAM. Patricia Bullrich (centro) flanqueada por los ministros de Gobierno de Chubut, Pablo Durán; de Seguridad y Justicia de Río Negro, Gastón Pérez Esteban; y de Gobierno y Justicia de Neuquén, Mariano Gaido.
Cumbre anti-RAM. Patricia Bullrich (centro) flanqueada por los ministros de Gobierno de Chubut, Pablo Durán; de Seguridad y Justicia de Río Negro, Gastón Pérez Esteban; y de Gobierno y Justicia de Neuquén, Mariano Gaido.
Con un documento de 180 páginas titulado "RAM: Antecedentes, Hechos Judicializados e Implicancias para la Seguridad en la República Argentina" y en presencia de funcionarios de tres provincias patagónicas, la ministra Patricia Bullrich presentó ayer una iniciativa tendiente a la conformación de un "comando unificado" para atender la problemática generada a partir del accionar de la organización conocida como Resistencia Ancestral Mapuche (RAM) en la región sur del país. Flanqueada por los ministros de Gobierno de Chubut, Pablo Durán; de Seguridad y Justicia de Río Negro, Gastón Pérez Esteban; y de Gobierno y Justicia de Neuquén, Mariano Gaido, la funcionaria nacional definió a la RAM como "un grupo etnonacionalista que practica una violencia extrema" y que lleva adelante una "lucha insurreccional que no reconoce al Estado ni a la Constitución argentina, ni a las provincias".

Con la necesidad imperiosa de avalar el accionar represivo del Estado con órdenes judiciales que le den marco legal, Bullrich anunció que también van a "convocar a la Justicia federal y provincial a este trabajo para que este fenómeno violento no crezca".

Tras marcar un distingo entre el Movimiento Autónomo del Puel Mapu (MAP) y la RAM -ambos alineados con la Coordinadora Arauco Malleo (CAM) a la que se califica como la "organización madre"-, el informe señala que estos grupos persiguen "el fin último de escindir los llamados territorios ancestrales de Argentina y Chile y conformar un estado nuevo regido por un gobierno propio".

Según la caracterización oficial, la CAM "se arroga indebidamente la representación de la llamada Nación Mapuche, a la que definen en términos culturales y étnicos",

El informe destaca que "reciben el apoyo de grupos anarquistas y de izquierda radicalizada que utilizan su nombre y sus símbolos para cometer actos violentos en las grandes ciudades" y acompaña estas afirmaciones con un apartado de fotografías policiales donde quedaron registrados operativos de decomiso de supuestas "armas" y "atentados" perpetrados por estas organizaciones.

Las imágenes incluidas en el parte muestran una colección de escopetas y pistolas que bien podrían haber sido incluidas en los catálogos de algún museo de la Segunda Guerra Mundial y gran cantidad de elementos tales como hachas, martillos, serruchos y motosierras, más parecidas al tablero de herramientas de un carpintero que al arsenal bélico de un ejército revolucionario con fines insurreccionales. Además se anexan fotografías de individuos con pasamontañas, pintadas y volantes con consignas políticas y un racconto de las acciones violentas adjudicadas a la RAM. De acuerdo con este relevamiento, "existen desde el año 2010 a la actualidad 96 procesos en trámite, tanto en la Justicia Federal como en la Provincial".

En otro de los anexo, bajo el título "EXTRACTOS DE KUTRALWE. HERRAMIENTAS PARA LASLUCHAS - Informativo para la Defensa, Resistencia y Recuperación", el informe puntualiza una serie de indicaciones que la RAM les da supuestamente a sus militantes, que perfectamente podrían haber sido extraídas del guión de un sketch de Peter Capusotto donde se parodia a los movimientos de liberación. Por ejemplo, el instructivo explica cómo "terminar con el negocio capitalista", para lo cual recomienda desalentar las inversiones de los empresarios mediante acciones que muestren la supuesta "peligrosidad" de la región.

En búsqueda de este objetivo, los "mapu-terroristas" deben "crear situaciones de alarma reales o ficticias para atraer a los periodistas a que se acerquen al terreno a cubrir la noticia. Al momento que la prensa cubre otros sucesos, se debe elegir a una o varias personas para que se infiltren entre la multitud. Una vez que se ha establecido en el lugar sin despertar sospechas, se espera el momento oportuno para interrumpir frente a las cámaras y dejar un mensaje breve, pero conciso". El compilado continúa con un detallado manual de hackeos y técnicas de interceptación telefónica propias de servicios de inteligencia, que a nadie sorprendería que hayan colaborado en la redacción de este panfleto.

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