9 de julio 2018 - 21:42

Campeones Mundiales de la frustración

• EL MUNDIAL SE DEFINE ENTRE EUROPEOS Y EN AMÉRICA LO MIRAMOS POR TV
El público argentino tendrá que empezar a darse cuenta “que no somos los mejores del Mundo” y valorar las tres finales que jugó esta generación.

Tristeza. La cara de desazón de Lionel Messi, que tenía la misma ilusión que el público argentino en que este iba a ser su Mundial y no lo fue. Argentina se fue en octavos, un reflejo de lo que hizo en las eliminatorias.
Tristeza. La cara de desazón de Lionel Messi, que tenía la misma ilusión que el público argentino en que este iba a ser su Mundial y no lo fue. Argentina se fue en octavos, un reflejo de lo que hizo en las eliminatorias.
Con cuatro selecciones europeas peleando por el título, el Mundial de Rusia encara su semana final sin favoritos y con los dos equipos que le ganaron a la Argentina como posibles finalistas. Francia se deshizo de Uruguay con mucha más facilidad que lo hizo con el equipo conducido por Jorge Sampaoli, porque la garra charrúa estuvo de paro y el arquero Muslera, que tantas veces se convirtió en héroe, esta vez fue el villano, como lo había sido Wilfredo Caballero para el seleccionado albiceleste ante Croacia. Por el otro lado, Bélgica le ganó a Brasil, que luchó hasta el último segundo para lograr el empate, pero que demostró muchas falencias futbolísticas y a un Neymar desdibujado, como lesionado, que poco aportó.

El sábado Inglaterra no le dio ninguna chance a una limitada Suecia, que llegó muy lejos para sus condiciones como equipo y que solo apostó a la altura de sus jugadores para tirarle largos pelotazos o centros con pelota parada. Los ingleses, con un equipo joven, llegaron mucho más lejos de lo que ellos pensaban, pero ahora quieren quedarse con el título. Por la tarde, Croacia y Rusia protagonizaron un duelo tan parejo y cambiante que debieron definirlo por penales, después de 120 minutos con más intensidad que buen juego y con resultado cambiante, porque empezaron ganando los rusos, lo dieron vuelta los croatas en el alarge y faltando cuatro minutos volvieron a empatar los rusos, con un cabezazo de un brasileño, que juega de marcador de punta. En los penales un desgarrado arquero croata Subasic, emuló a Goycochea y llevó a Croacia a esta semifinal.

Entre mañana y pasado se jugarán las semifinales: Francia-Bélgica y Croacia-Inglaterra con pronóstico reservado en ambos partidos porque los favoritos se fueron cayendo de a uno y este Mundial puede tener un campeón inédito (Bélgica o Croacia) o uno que lo logre por segunda vez (Inglaterra fue campeón en 1966 y Francia en 1998, en los torneos que ellos organizaron). Hasta se puede dar una final entre galos y croatas, dos equipos que derrotaron a la Argentina en Rusia. Lo que no aliviará las penas, ni las broncas de los argentinos.

Por estos lares, Jorge Sampaoli resiste como buen roquero metalero, con la cláusula de recisión de 20 millones de dólares en sus manos, mientras dicen que recibió ofertas para dirigir a las selecciones de Costa Rica, México y Estados Unidos, con lo que afuera lo valoran mucho más que en la Argentina, donde el juego es "peguele al pelado". Sampaoli dice que se quiere quedar y hasta se ofreció a dirigir también el Sub 20 ante la huída de sus colaboradores más cercanos como Sebastián Beccacece y Nicolás Diez, entre otros, pero ya fue condenado, no solo por la prensa que lo persiguió desde el primer día con denuncias en algunos casos burdamente falsas, sino también del público futbolero al "que le habían hecho creer que éramos los mejores" y que Messi nos iba a traer la Copa.

Lo cierto es que no hicimos ningún mérito para conseguirla, desde el momento que dejaron ir a Gerardo Martino, al que le debían ocho meses de sueldo y le negaron los jugadores para los Juegos Olímpicos de Río 2016, pasando por el 38 a 38, la judicialización del fútbol a partir de una causa sin pies ni cabeza como la del destino del dinero de Fútbol para Todos. Después la renuncia de Luis Segura, la intervención de la AFA con Armando Pérez puesto por el Gobierno, aprovechando la amistad de Macri con Alejandro Domínguez, presidente de la Conmebol, y su familia, que entre otras cosas produjo la contratación de Edgardo Bauza como técnico de la Selección y la de Claudio Úbeda en el Sub 20, luego de un simulacro de concurso de antecedentes, donde se presentaron 42 carpetas y eligieron a uno que no presentó ninguna, pero que era amigo de Fernando Marín, el que en esos momentos manejaba el Fútbol para Todos. Por último, el acuerdo entre "Chiqui" Tapia y Daniel Angelici, que les permitió ganar las elecciones y asumir la conducción de la AFA, y la decisión "desesperada" de traer a Jorge Sampaoli, que estaba trabajando en el Sevilla. Alguno pensará, con razón, que todo esto es consecuencia de la muerte de Julio Grondona, que gobernó la AFA con un poder total durante 40 años y quizás sea cierto, pero también es consecuencia de una dirigencia de fútbol que nunca se preparó para los desafíos del fútbol moderno y que solo piensa en los negocios de corto plazo. Total vendiendo un jugador por año equilibran las finanzas.

Europa se queda con el Mundial porque ningún entrenador sudamericano puede tener a sus jugadores más de cuatro o cinco días por mes (y a veces menos) por los largos viajes, algo que hace que no sean entrenadores, sino seleccionadores de jugadores que llegan de Europa con buena predisposición, pero con una vida hecha en lo económico. Por eso muchas veces se sorprenden cuando la gente les exige resultados, a ellos que vienen por la camiseta y resignando descanso. En cambio, en Inglaterra todos sus jugadores juegan en su liga y así es más fácil el trabajo del entrenador, que los tiene siempre a mano o en el resto de los casos los jugadores están a una hora de avión como promedio, por lo que no pierden ningún día de trabajo y no pueden pretextar cansancio. Por eso es casi lógico que este Mundial lo gane un europeo y que otros tres sean los que lleguen a jugar los siete partidos. Es una realidad económica que es muy difícil de cambiar y que hace falta mucho ingenio para cambiarla, algo que por estos lares no abunda. Por lo pronto, el público se tendrá que acostumbrar a "que no somos los mejores del Mundo" y que llegar a una final es mérito enorme, aunque se pierda como ocurrió en el anterior Mundial y en las dos últimas Copas Américas. Si no lo aprende, seguirá siendo una sociedad frustrada en lo futbolístico, buscando siempre culpables para mitigar su bronca.

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