El acto de la CGT por el Día del Trabajador, el lunes próximo, será sólo para invitados para evitar incidentes como los que empañaron la última movilización de la central obrera el 7 de marzo pasado. La convocatoria -luego de barajarse otras opciones más amplias- quedó reservada a unos 4 mil concurrentes de los gremios que integran el Consejo Directivo de la organización y tendrá, a diferencia de las previas, como único orador a Juan Carlos Schmid en representación del triunvirato de líderes.
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Se trata, según los organizadores, de priorizar el mensaje que expondrá el dirigente portuario por encima de la masividad y de evitar a toda costa infiltraciones o manifestaciones espontáneas. En esa línea se inscribe la elección de Pablo Moyano, lugarteniente de Hugo en Camioneros y secretario gremial de la CGT, como responsable central de la seguridad y la producción del acto. Ayer el dirigente encabezó una reunión organizativa en el edificio de Azopardo 802 junto con su hermano Facundo Moyano (diputado nacional), José Luis Lingeri (anfitrión del acto) y Omar Plaíni (canillitas), entre otros.
La decisión de contar con un único orador surgió de la reunión del Consejo Directivo la semana pasada, que terminó en un escándalo por el enfrentamiento verbal que mantuvieron Héctor Daer y Facundo Moyano y que se extendió a otros dirigentes con pases de factura y acusaciones cruzadas. La mesa chica de la central obrera acordó que parte de los incidentes en la última movilización fueron disparados por los discurso erráticos y heterogéneos de Schmid, Daer y Carlos Acuña, el triunviro restante.
El jefe de Dragado y Balizamiento estará a cargo de la redacción de su propio discurso. En su entorno adelantaron que hará una defensa del rol de la CGT como factor de equilibrio entre la protesta social y el Gobierno, un postulado que se asentó en la mesa chica ya desde la reunificación de agosto pasado. También pondrá énfasis en rechazar los embates del Ejecutivo a las organizaciones gremiales. Hasta anoche no estaba definido si la alocución haría o no referencia a nuevas medidas de fuerza tras el paro nacional del 6 de abril.
Entre los consensos que subsisten en la jefatura de la CGT figura la necesidad de reflotar la interlocución con el Gobierno desde una posición de fortaleza, contra los intentos de la administración de Mauricio Macri de saltear la central obrera y generar acuerdos sectoriales como el de Vaca Muerta con los petroleros o el que impulsará con gremios del transporte para la actividad logística, del que ayer dio cuenta este diario.
Pablo Moyano dijo ayer que el acto del lunes que viene exhibirá que "más allá de las diferencias, la CGT está unida frente a un Gobierno que sigue avanzando contra los intereses de los trabajadores". En paralelo con la convocatoria en Obras Sanitarias, el oficialismo tendrá su propia conmemoración del Día del Trabajador durante un acto montado por el rural Gerónimo Venegas junto con gremios afines en el microestadio de Ferro Carril Oeste. Para ese encuentro en el Ministerio de Trabajo preparan anuncios del mandatario relacionados con el Impuesto a las Ganancias y la reconversión de planes sociales en empleo genuino.
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